Con el pasar de las horas, más antecedentes se han ido revelando del insólito robo que sufrió el Ministerio de Desarrollo Social.

Recordemos que se sustrajeron 23 computadores y una caja fuerte con documentos importantes, luego de que unos guardias creyeran una supuesta llamada del ministro Giorgio Jackson.

Según detalló BioBioChile, los guardias entregaron testimonios claves del robo, que aún ha generado muchas dudas.

A las 20:30 horas, José, uno de los guardia de turno, recibió un llamado: “Soy el ministro Giorgio Jackson. Quiero que sea todo en discreción, que no sepa mi señora”.

Duranta esa llamada, el supuesto secretario de Estado le comunicó que había sufrido un accidente, y que necesitaba una grúa.

El hombre tras el teléfono no era el ministro, sino que Miguel Ángel Apablaza Suárez, alías el Negro Chico.

Julio, el otro guardia, afirmó que su compañero recibió explícitas instrucciones: “A eso de las 21:00 horas aproximadamente, José recibe (…) esta videollamada, mediante la aplicación de WhatsApp. Me coloco al lado de mi compañero y veo el teléfono celular y de fondo se veía la cara del ministro Giorgio Jackson, el cual hablaba con mi compañero. No logré escuchar muy bien”.

Según explicó Julio, José se movió por varios pisos del edificio, con celular en mano y portando dos bolsas de basura de color negro. Ahí estaban los computadores.

“Yo veo que venía con problemas para cargarlas, así que le ayudo con una de esas bolsas. Dice que abramos la cortina metálica, percatándonos que afuera se encontraba un automóvil station wagon, color burdeo. Estaba con su maletero abierto”, detalló.

Durante este ‘paseo’ del guardia por el edificio del ministerio, incluso le pidió un napoleón al personal de aseo para cortar los notebooks que estaban encadenados.

José nunca colgó: “Se veía la foto de una persona que portaba un jockey, tez blanca, con lentes ópticos, que en realidad era igual al ministro Jackson”.

Además, de los computadores, al guardia también le pidieron recoger 15 medallas que supuestamente estaban en la oficina del secretario de Estado.

“Había sólo una y tres piochas. Las tomé y las coloqué en un estuche de plástico, de color negro, y luego me trasladé a los escritorios del personal ubicado en el mismo piso, donde junté una cantidad de notebooks, no podría decirle cuántos”, afirmó.

Junto con eso, el supuesto ministro explicó que tres sobrinos irían a fumigar el edificio durante esa noche. Se trataba de los tres hombres con overoles blancos.

Esos mismos fueron los que se llevaron la caja fuerte que contenía boletas de garantía, talonarios de cheques y una tarjeta de crédito.

Mientras pasaba todo esto, América, la supervisora del aseo, se percató de que eran muchos movimientos extraños los que estaban ocurriendo en el edificio.

“Se notaba que aún estaba en la videollamada, yo le hice señas para que cortara, pero no me hizo caso”, dijo la mujer.

“Julio me respondió que José era más hueón, que seguramente se le habían subido los humos a la cabeza, porque el mismo ministro le había llamado a él a su teléfono personalmente”, complementó.

Finalmente, América le expresó que todo se trataba de una estafa, y ahí José entendió todo.

“En esos momentos el ministro me pregunta qué está pasando. Yo le respondí que esto era todo una estafa y él me dice: ‘Mira, conchetumare, te cagué’. Y cortó la llamada. Yo ahí recién me percaté que la persona con la que estuve hablando no era el ministro Jackson”, sentenció.

Cabe mencionar que Miguel Ángel Apablaza Suárez obtuvo prisión preventiva anticipada, por el ser el autor del robo del Ministerio de Desarrollo Social desde la cárcel.

Además, se decretó arresto domiciliario total para Elena Rojas Crespo (60), abuela de Apablaza.