Natalia Pereyra llevó a su hijo de 10 años a tomar un helado, pero al regresar a su casa buscó el arma de su pareja y mató al menor de dos balazos en el pecho.

Este es el horrible crimen que remece a Argentina y, si creías que estos detalles ya eran estremecedores, espera a leer más de esta historia.

El menor sufría Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD), el cual afecta la evolución de aptitudes de socialización y comunicación.

La mujer era una expolicía de Buenos Aires, quien había sido recientemente exonerada de la fuerza y, según los primeros detalles de las indagaciones, atravesaba por una depresión y problemas amorosos.

En el momento del crimen, su pareja —un efectivo del Servicio Penitenciario Federal— se encontraba en la casa de su mamá, la cual quedaba en la parte delantera del terreno donde vivía junto a Pereyra.

Al escuchar los balazos, el hombre pensó que habían entrado a robar y corrió rápidamente a su casa, sin embargo, se encontró con esta terrible escena, según consignó el portal argentino Todo Noticias.

Finalmente, Natalia se encuentra internada en estado grave en el hospital Santa Marina, ya que tras asesinar a su hijo intentó quitarse la vida disparándose en la cabeza, pero falló.