El 29 diciembre de 2017 la muerte de un joven identificado como Fernando Pastorizzo conmocionó al pueblo de Gualeguaychú en Argentina, más aún cuando se descubrió que fue su novia de 19 años quien lo mató de dos disparos con el arma de su padre, que es policía.

Pero el caso lejos de olvidarse, sigue dando de qué hablar, pues la joven fue condenada a cadena perpetua, por lo que deberá pasar 30 años encarcelada.

Y es precisamente esta sentencia la que provocó que fuera trasladada a una cárcel de alta seguridad, donde se encuentran internadas reclusas que han cometido crímenes tan graves como el de Nahir.

Nos referimos a la Unidad Penal N°6 de Paraná, recinto al que Galarza llegó después de estar 8 meses recluida en Comisaría del Menor y la Mujer de Gualeguaychú.

Pero este cambio, no tiene nada bien a su familia, ya que el escenario al que se enfrentará la joven es bastante complejo, dado que las internas del lugar cuentan con amplios prontuarios.

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Y lo peor de todo, es que una de las reclusas no es para nada una desconocida del padre de la denominada ‘Bombom asesino’, pues el hombre mató a su esposo, un narcotraficante, hace más de 20 años durante un operativo encubierto.

Dado este hecho la familia Galarza nunca pudo vivir tranquila, pues fueron amenazados permanentemente e incluso fueron víctimas de un atentado con una granada en su casa, según consignó el portal Perfil.

Es precisamente por lo anterior el temor de los padres de la joven, quien seguramente se verá enfrentada a esta mujer y podría ser blanco de un ajuste de cuentas.

Ante este escenario el director del Servicio Penitenciario explicó que la joven “será tratada como una interna más, con las condiciones de alojamiento comunes que se destinan a detenidos de este tipo. Seguramente ella compartirá pabellón con tres o cuatro internas que es lo que se estila en la Unidad Penal N°6”, según señaló el medio antes citado.