Una madre de 37 años fue condenada este viernes en Francia a ocho años de cárcel por el asesinato de cinco de sus recién nacidos en el sudoeste del país entre 2009 y 2015.
El abogado general del Tribunal Penal de Burdeos había pedido 12 años de cárcel contra Ramona Cañete, que se exponía a cadena perpetua por estos crímenes cometidos en la localidad de Louchats.
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La madre, nacida en una familia de origen español instalada en Francia, siempre reconoció que había dejado a los recién nacidos en el agua después de haber dado a luz en una bañera, para luego congelarlos. Pero hasta el juicio afirmó que no se acordaba exactamente de los hechos.
Este caso se conoció en 2015 cuando su esposo, Juan Carlos Cañete, dio la alerta después de que una de las dos hijas adolescentes de la pareja descubriera un primer cadáver de bebé en el domicilio familiar. Los gendarmes encontraron rápidamente a los otros cuatro recién nacidos en un congelador.
Ramona Cañete ya cumplió tres años de prisión preventiva y podría beneficiarse de una puesta en libertad condicional antes del fin de la pena. Cuando salga de la cárcel, será sometida a un seguimiento sociojurídico durante cinco años.
Las últimas palabras de la mujer ante la corte fueron para pedir “perdón”, entre lágrimas, “a (sus) allegados y a (sus) dos hijas”, Andréa de 19 años y Adriana de 17 años, ambas presentes para dar apoyo a su madre. “Perdón también a la sociedad, a la que he conmocionado con estos actos”, dijo.
“Esta semana de proceso, muy cargado emocionalmente, y muy duro para mí, reavivó terribles y crueles recuerdos”, dijo sollozando, en alusión al momento en que el presidente del tribunal difundió varias imágenes de los cinco bebés.
Cuando se descubrió este caso, su marido fue acusado por “no denunciar los crímenes” y por “encubrimiento de cadáveres”, pero cuando terminó la investigación fue absuelto y se presentó como parte civil.