Durante la época del denominado estallido social, la detective Danitza Araya sufrió severas lesiones, que la dejaron en silla de ruedas.

Fue por esta razón que en dicho momento, el entonces director general de la PDI, Héctor Espinosa, instruyó una orden “verbal”, para que la policía se recuperara en la Escuela de Investigaciones ‘Presidente Arturo Alessandri Palma’.

No obstante, a tres años de esta situación, la funcionaria continúa viviendo en dichas dependencias, junto a sus padres, y se niega a abandonar el inmueble, informó La Segunda.

La PDI debió explicar esto a la Corte de Apelaciones, mientras Araya presentó un recurso de protección por presuntos actos “intimidatorios” que habría sufrido.

¿Cómo termino la detective Danitza Araya en una Escuela de la PDI?

Cabe señalar que Araya fue atropellada y recibió un impacto de bala, durante un procedimiento en la comuna de Pudahuel, en octubre de 2019.

Producto de las lesiones, la institución determinó que residiera en la escuela como una “circunstancia transitoria y temporal”, según un documento de 31 páginas, ya que la afectada vivía en Rengo y tenía que tratarse en la capital.

Según la PDI, se acondicionaron dos inmuebles en Santiago Centro para Araya y su familia, lo que habría tenido un costo de $32 millones.

Instalación de camas, clóset, mesa de comedor, sillas, sofás y mesas de centro figuran dentro de las remodelaciones.

Asimismo, la institución habría realizado pagos por prestaciones médicas a favor de la víctima, los que superarían los $198 millones.

Ahora, y según el citado medio, se le habría pedido la devolución de las dependencias fiscales, a lo que ella se habría negado.

Lo anterior, ya que la familia argumentó que “ellos exigían un inmueble ubicado en una comuna del sector oriente de la capital, y que, de no existir la posibilidad de un inmueble fiscal en ese sector, mantendrían su permanencia”.

Consignar que la funcionaria también acusó acciones “intimidatorias” por parte de otros miembros de la institución.