Desde la defensa y el entorno cercano de Mirta Ardiles -condenada ayer como autora del parricidio de su hija de 12 años- el fallo del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena se recibió con sorpresa.

Confiaban en que lograrían no solo evidenciar demasiadas dudas que hicieran imposible una condena, sino que demostrar la inocencia de la acusada. Pero el veredicto fue categórico en cuanto a la participación de la mujer en el crimen.

Sin embargo, lejos de cerrar la etapa, ya planean los pasos que vienen en la causa, que podría extenderse a instancias superiores, con un recurso de nulidad.

Nosotros hemos sostenido la inocencia de Mirta Ardiles desde el inicio de esta causa (…) tenemos la convicción de que ella es inocente de los cargos que ha sido acusada, pero bueno, somos respetuosos de los fallos de los tribunales de justicia”, confirmó Nicolás Pavez, abogado de Ardiles.

Los más afectados por la parte defensora, fueron los familiares, hermanas, cuñadas e hijas de la acusada, que siguieron el juicio en todas sus audiencias.

Hermana de Mirta Ardiles: “Esto nos da pie a seguir en la lucha”

Ellas confían en la inocencia de la mujer y esa convicción no ha cambiado con el fallo, que sí produjo “rabia e impotencia”, reconoció Daniza Araya, una de las hermanas.

Había confianza, por todo el trabajo que se ha hecho”, dijo, apuntando a lo que es, desde la visión de la familia, una carencia a la hora de “demostrar con hechos la acusación” por parte de la Fiscalía.

Esto nos da pie a seguir en la lucha (…) Tú entenderás que hay impotencia, hay rabia, emociones contenidas. Hay un hijo de 9 años que está esperando (hermano menor de Melissa), que no sé cómo llegar a la casa y mirarlo”, agregó Daniza, superada por sus emociones.

Los familiares esperan, tras la sentencia, tener “un momento para poder respirar y seguir con fuerza”, reafirmando las críticas contra la Fiscalía, que, a su juicio, “quiere expiar sus culpas” por haber archivado la causa de 2014 y lamentando de paso, que no se valorara la prueba de la defensa.

“No podemos bajar los brazos, sería entregarnos a un mal trabajo de un fiscal
, de un Ministerio Público que no fue capaz de demostrar (…) nadie vio lo que se habló en esa audiencia, las pruebas que hay, un cuchillo sin sangre, con migas, que no fue lavado nunca. Una comprobación científica del fuego de que mi hermana no estaba adentro”, fueron parte de sus dichos