El 6 de agosto de 2021, Catalina Torres, de 20 años, falleció tras haber sido atacada por un tigre blanco mientras realizaba labores de mantención en el parque Safari de Rancagua.

A más de un año del terrible suceso, la familia sigue pidiendo justicia y que se esclarezcan los detalles del accidente, que aún se encuentran en investigación.

Sara Ibarra, madre de la víctima, habló con Mucho Gusto con respecto al caso. “Aquí hay negligencia. Ella era guía, no era de manejo animal, no debería haber estado ahí. Tengo muchas dudas y necesito respuestas, porque se dicen tantas cosas, pero mientras no se termine la investigación no tenemos nada claro, por ninguno de los dos lados”, afirmó.

“No había primeros auxilios, una enfermera, un guardia, no había nada, entonces cómo no voy a tener dolor. La sala de manejo, donde debiera haber un guardia, una pistola, un sedante, no había nada con que la hubieran podido salvar. No había ningún protocolo, ninguna inducción”, explicó.

Mucho Gusto Safari Rancagua
Captura | Mega

Detalles del incidente

Victerson Escalona, trabajador que se encontraba en el recinto en el momento del hecho, contó al programa los detalles del ataque.

Ella no fue mandada a ingresar al recinto del tigre, se llamó a apoyar ese día en labores de mantención dentro del parque. Ninguno de mantención está capacitado para ingresar a los recintos, ya que eso es trabajo de manejo animal”, aseguró.

Ese día, Catalina informó sobre unos cables eléctricos. Según Escalona, él le dijo que saliera del lugar y que lo esperara en la entrada, junto con otros dos compañeros, y que cerraran el portón. Sin embargo, al volver, los otros dos trabajadores le dijeron que el tigre tenía a la joven.

Al ser consultado sobre el protocolo, afirmó que “hay dos tiradores, pero no estaban en ese momento, porque esto fue antes de las nueve (de la mañana) y ellos llegan a las nueve, porque los tigres estaban en el lugar donde no tendría que haber nadie”.

Agregó que los tigres siempre se quedaban en el recinto, aunque no necesariamente en su habitación, pero que “nunca ha representado un riesgo, porque los trabajadores no deberían estar ahí”.

“Podría haber sido falla humana”

En la misma línea, Iván Sánchez, dueño del Parque Safari, que fue clausurado después de la muerte de Catalina, aclaró que “nosotros entendemos el dolor de la familia y queremos que se sepa qué pasó. Teníamos los protocolos hechos y no sabemos qué falló”.

“No sé si los protocolos podrían haber sido mejores. Podría haber sido falla humana, no puedo explicarlo ahora. Las correcciones que se hicieron después fueron mínimas. Es materia de investigación”, manifestó.

Sobre Catalina, a quien conoció, sostuvo que era “una niña espectacular, llevaba dos años con nosotros y era guía, sabía perfectamente el manejo del parque, entonces eso es lo que no tiene explicación. Fue doloroso”.

“Ojalá se llegara a la verdad. Si hay una falla de nuestra supervisión, yo tendré que asustarme, pero tengo mi conciencia tranquila, mis trabajadores me dicen que se fueron por otro lado, no sé, eso tendrán que explicarlo los que trabajaban directamente con Catalina“, explicó.

“Nosotros queremos por tranquilidad nuestra y de la familia, nos dolió exactamente igual, era una chica querida por todos“, finalizó, emocionado.

Al recinto, llegan muchas especies que lleva el SAG para su recuperación. Las que pueden volver a su entorno natural son devueltas, y las demás se quedan en el recinto.