“Tenía herramientas para haber podido ganar ese programa”, confiesa entre risas Nicole Ángel, finalista de la primera temporada de El Discípulo del Chef, quien ingresó al programa con una clara misión: potenciar su emprendimiento gastronómico, denominado La Nómada.

La expupila de Sergi Arola se refiere al foodtruck que comenzó junto a su pareja, el también chef Lucas Van Eijck, tras llegar de Europa, donde cursó sus estudios y también se desempeñó en trabajos de cocina.

Fue ahí cuando le llegó la invitación de El Discípulo del Chef: “Lo vi como una oportunidad de mostrarme, para que mi emprendimiento tuviera un plus. Por eso decidí participar, pero nunca pensé que iba a llegar tan lejos”, cuenta Nicole a Página 7.

Y la exposición en televisión sirvió. Fue así como decidió emigrar durante un mes al sur del país, para aprovechar, y rentabilizar, la popularidad que le dio ser una de las finalistas.

El mejor premio que uno puede obtener es que la gente te conozca, que te da mayor credibilidad y así puedes potenciar la imagen de tu negocio”, asegura la exintegrante del equipo rojo.

Todo marchaba ‘viento en popa’, pero, tal como ocurrió con innumerables negocios en el país, el denominado estallido social y la pandemia, terminó por minar el éxito de La Nómada.

 

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“Fue un momento súper complicado. La Nómada estaba estacionada en la casa y era muy triste verla. Fue un momento complicado para mí, porque era mi idea la de tener una cocina itinerante”, dice aún con tristeza, sobre el vehículo que luego tuv oque vender.

Qiya Dulcería

Sin embargo, y al igual que muchos chilenos, decidió levantar cabeza y reinventarse: fue así que, junto a la fiel compañía de Lucas, fundó Qiya Dulcería.

“Yo soy pastelera, mi mayor pasión es la pastelería”, afirma convencida Nicole, quien estudió en el Instituto Culinario Ecole en Francia. Y fue esta misma convicción la que la llevó a proponerle a su pareja que comenzaran a preparar tortas, para el Día del Padre en 2020. La idea era probar cómo les iba. Y resultó.

Tuve muchos pedidos y empezamos a agregar tortas. Es lo que yo amo y a la gente le gusta. De esta forma decidimos darle vida a este otro proyecto, que nació en pandemia”, reconoce.

 

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En dicho negocio, la querida participante del programa comenta que posee 15 tipos de tortas diferentes.

“Hacemos tortas muy tradicionales y le damos una vuelta, con técnicas, con la mejor materia prima, chocolate de altísima calidad”, cuenta sobre sus preparaciones que son sin colorantes, ni preservantes. “Todo lo hacemos nosotros desde 0, eso la gente lo ve, lo prueba y lo valora”, añade.

El Discípulo del Chef

Nicole también revela que aún mantiene contacto contacto con algunos de sus excompañeros, como Cristián ‘Pope’ Olivares o Susana García-Saullo, que actualmente se encuentra en España.

Además, destaca que el vínculo con su mentor en el programa, Sergi Arola, aún se mantiene intacto. “Él es súper amable, me ayuda. Siempre ha estado cuando le he pedido alguna ayuda. Incluso hasta creó un grupo en WhatsApp para conversar. Es de verdad”, dice con énfasis la mujer de 32 años.

De todas formas también destacó la colaboración que le han brindado Yann Yvin y Ennio Carota: “Son personas que son de verdad y eso se agradece”, acota Nicole, quien, al parecer, quedó con gusto a poco, tras su incursión en el primer ciclo de El Discípulo del Chef.

Me encantaría volver a participar en un programa de televisión de cocina. Hice tantas cosas que no hice en el otro. Ahora lo haría diferente”, sentencia.

 

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