Es sabido que el matrimonio de Diana de Gales y el príncipe Carlos no fue por amor, al menos por el lado de él. El heredero a la corona británica siempre tuvo ocupado su corazón.

La mujer a quien amaba realmente era Camilla Parker, a quien siguió viendo luego de casarse, incluso en compañía de su esposa, pues asistían a eventos donde coincidían.

Lo anterior hizo que la relación entre Diana de Gales y el príncipe Carlos fuera compleja, lo que ha quedado en evidencia en varios documentales y libros que tratan sobre sus vidas.

En este contexto Diana decidió realizar cosas que la hicieran sentirse realizada, y quizá mantener la cabeza despejada ante los rumores de infidelidad: se convirtió en un apoyo para varias organizaciones sociales y contribuyó en el cambio de mentalidad sobre el VIH, tras asistir a un hospital que tenía pacientes con esta enfermedad y estrecharles la mano.

En todas las actividades a las que asistía se le veía cercana, dulce, pero también con una personalidad muy determinada.

Su matrimonio con Carlos se extendió por 11 años, separándose en 1992. En 1994, él hizo oficial a través de la televisión su relación (e infidelidad) con Camilla y lejos de quedarse en casa a llorar, Lady Di decidió ir a un evento al que fue invitada.

De esta manera, llegó a una fiesta organizada por la revista Vanity Fair, en la Serpentine Gallery de Londres, con un despampanante look, el que fue llamado por la prensa como el ‘vestido de la venganza’, pues simbolizaba lo que el padre de sus hijos se había perdido.

Diana de Gales y el vestido de la venganza
Diana de Gales y el vestido de la venganza

Este atrevido outfit, con escote de hombros caídos, sacó a relucir su figura y destacó por sobre todos los otros atuendos con los que se le había visto. Además, lo acompañó con joyas que resaltaban bastante. Se veía impactantemente hermosa.

Diana había comprado aquel vestido tres años atrás, pero no lo había usado antes “porque lo consideraba demasiado sexy para el protocolo de la realeza”, según contó en una entrevista la mismísima diseñadora, Christina Stambolian de acuerdo al sitio de entretenimiento Quién. De hecho, su primera opción era un vestido de Valentino, pero luego que la casa de moda lo filtrara decidió cambiarlo.

Su antigua estilista, Anna Harvey declaró en un documental sobre su vida que ella quería “verse como de un millón de dólares”. ¡Y lo consiguió!

Sin duda, este debe ser uno de los looks que muestre la próxima temporada de la serie de Netflix The Crown.