Hace 34 años Katie Hug estaba en la universidad intentando luchar con una fuerte depresión que la tenía con un tratamiento médico para enfrentar de la mejor forma la ansiedad.
Además, la mujer sufría sobrepeso lo que la ayudó a sentirse peor anímicamente y físicamente.
Lee también: Tierno gesto de esposo de mujer con cáncer hizo llorar a su hija: subió foto y se viralizó
“Los medicamentos me daban más ganas de comer“, confesó Katie a la revista People, información que también recopiló Yahoo.com.
En 2012 Hug se convirtió en madre y alcanzó su máximo peso, llegando a los 122 kilos. Sin embargo, la mujer no se había tomado nada en serio hasta que su doctor la diagnosticó de obesidad mórbida.
“Me cansé de sentirme enferma y de haberme convertido en una mujer gorda. Me sentía miserable“, agregó.
Fue ahí cuando comenzó su gran cambio, cortando primero su ingesta calórica: cambió pastas y carbohidratos en proteínas y vegetales.
Pero eso no fue lo más difícil para ella, sino que acostumbrarse a una rutina de ejercicios fue lo más complicado que aceptó haber hecho.
Sin embargo, de a poco se acostumbró hasta convertirse en una entrenadora personal certificada, tras lograr bajar unos 59 kilos.
Cabe señalar que desde ese momento, la mujer descubrió su gran pasión por el deporte. “Simplemente me siento mejor y ha ayudado a mi matrimonio y mi familia ¡Todo ha sido muy genial!“, finalizó.
