Una historia de amor con un final feliz es la de Daniela Soto, una joven de 22 años que vive en Magallanes y a quien le diagnosticaron cáncer óseo en octubre del 2015. Junto a su pareja han demostrado que la unión todo lo puede.
Mauricio Díaz y Daniela se conocieron un 19 de septiembre de 2009, día en que coincidieron en una fiesta. El tenía 14 y ella 15 años y fue amor a primera vista, según señaló la joven en una entrevista a Chilevisión.
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Un mes de constantes coqueteos y reuniones a las afueras del instituto Don Bosco, lugar donde estudiaba Daniela, llevaron a la pareja a dar el primer paso. “Yo le pedí pololeo el 7 de noviembre… es mi amor, mi compañera, mi amiga, ahora mi señora, es un ejemplo para mí”, señaló el joven.
Hoy, la joven lucha contra su enfermedad con la ayuda de su pareja. Cuando a Daniela le diagnosticaron cáncer, Mauricio reconoció que su vida cambió para siempre. “Ese fue un golpe del cielo a la tierra, fue muy difícil, ahora que ya ha pasado un año, es difícil creer que uno pasó por todo eso”, recordó.
El pasado 15 de noviembre, Daniela se casó con su compañero de vida, quien desde hace más de 7 años está a su lado y más en este difícil momento.
“La situación que vivimos dos jóvenes a los 22 años, en plena juventud, que a esta edad están todos preocupados de carretear, él teniendo un buen trabajo, a pesar de todo, decidió quedarse conmigo”, señaló la joven.
Mauricio y Daniela dieron el sí en en el santuario María Auxiliadora de Punta Arenas, en una ceremonia cargada de emoción. La pareja dio el importante paso que forjaban desde 2009 cuando se enamoraron. Él dice que el diagnóstico fue un duro golpe, pero que a pesar de todo se casaron para vivir una vida juntos, apoyándose el uno al otro.
