La estadounidense Stephanie Arnold se encontraba en las últimas semanas de su gestación, cuando se enteró de que tenía placenta previa, una condición que significa que este órgano crece arriba del cuello uterino. Desde entonces, comenzó a tener el extraño presentimiento de que moriría durante el parto por una condición rara, como recoge la revista Cosmopolitan.
Por suerte, uno de sus médicos decidió confiar en su intuición y ordenó que mantuvieran sangre extra mientras atendían lo que sería su segundo parto. A los segundos de traer al mundo a su bebé, Jacob, Stephanie sufrió una embolia por fluido amniótico. Esta condición extremadamente rara provocó que las células amnióticas entraran a su torrente sanguíneo, desatando un shock anafiláctico (reacción alérgica letal).
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Su corazón se detuvo por 37 segundos, por lo que técnicamente, estuvo muerta. “Mi corazón se detuvo, todas las señales eléctricas se fueron a cero”, explicó. Por suerte, los médicos lograron resucitarla y tras seis días en coma, la mujer logró volver en sí.
La anestesista Nicole Higgins explicó que “el 40% de las mujeres ni siquiera sobreviven la lesión inicial”, por lo que fue todo un milagro que sobreviviese. Ella le hizo caso a su presentimiento y cambió la anestesia y ordenó más sangre y monitores
“Fue tan crudo. Tenía el presentimiento de que iba a morir, no había duda” declaró la madre, agregando que las medidas que tomó su anestesista “salvaron mi vida”. Hoy, ella está completamente sana y vive en Chicago junto a su esposo e hijos, donde escribe un libro sobre su loca experiencia.
