Los problemas de audición muchas veces son asociados a personas mayores, pero lo cierto es que a cualquier edad nos podemos ver afectados por esta complicación, si no tenemos las precauciones necesarias en acciones tan cotidianas como escuchar música.

Hacer ejercicio y /o trasladarse de la casa al trabajo, es mucho más placentero si lo acompañamos de nuestra música favorita, sin embargo, es ampliamente conocido que el uso de audífonos, sumado al alto volumen, puede generar una disminución en nuestra capacidad auditiva. Pese a ello, esto es algo a lo que muchos preferen hacer oídos sordos.

Existe un síntoma bastante común en quienes presentan una disfunción en el sistema auditivo y que algunos padecen sin saberlo. Se trata de los acúfenos, un pitido que se escucha cuando todo queda en silencio, ocurre principalmente al acostarse o luego de estar en espacios con alta concentración de ruido, como un concierto, discoteca, o construcción, etc. Este sonido normalmente se va luego de un rato, pero si la exposición a estas condiciones es frecuente, puede convertirse en una condición permanente.

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Pero no sólo escuchar música a alto volumen y con audífonos, puede generar dificultades en la audición, de acuerdo al portal Men´s Health, existen conductas mucho más cotidianas que también contribuyen a una degeneración paulatina de nuestro sistema auditivo, como manejar a alta velocidad con la ventana del vehículo abierta y limpiar la nariz de forma agresiva.

La primera, se debe a la concentración del sonido del aire al interior del vehículo, mientras que la segunda, ocurre porque al sonarnos la nariz demasiado fuerte, se puede provocar un barotrauma (lesión ocasionada por una diferencia de presión), algo común entre quienes bucean.

Otras conductas de riesgo, incluyen el consumo de ciertos medicamentos como las aspirinas, antidepresivos, la quinina o los antihistamínicos. A ello se suman el alcohol, drogas y la cafeína, elementos que dañan la corteza auditiva central del cerebro, entre otras consecuencias negativas.

Una condición que quizá no sabías y que se asocia a la pérdida de audición, es el estrés, y esto se debe a que la ansiedad hace que los músculos faciales y del cuello se activen, lo que produce una sensación de oídos tapados o zumbidos.

Los problemas de audición pueden ser condiciones degenerativas, es decir que con el tiempo sólo avanzan y una vez que se inicia este proceso, ya no hay forma de recuperar ea capacidad. Por eso es importante tener en cuenta las precauciones que debemos tomar para evitar que a temprana edad ya empecemos a perder uno de nuestros sentidos.