Sandra Velásquez vive junto a su mamá e hija de 12 años en la Legua, barrio de la comuna San Joaquín, y es conocida como la “Bella durmiente”, dada una extraña enfermedad que la puede poner a dormir hasta 18 días seguidos.

Un caso de somnolencia prolongada, conocido como “síndrome de Kleine-Levin” es lo que padece Sandra, de acuerdo al diagnóstico que le dio hace cuatro años el neurólogo y director del Instituto del Sueño, Walter Avdaloff, consigna el medio La Cuarta, agregando que en sus momentos más críticos puede llegar a dormir hasta dos semanas continuas.

Lee también: Así quedó el cuerpo de mujer a la que le inyectaron cemento como relleno

La mujer ya no se encuentra en tratamiento, y pese a que ha estado más controlada, las crisis no pretenden abandonarla, y por lo mismo, Sandra no puede tener un trabajo estable, por lo que se dedica a vender ropa y joyas de acero quirúrgico.

Actualmente estoy más relajada y más tranquila. Creo que eso me ha ayudado a controlar un poco más la cantidad de crisis de sueño. Pero no tengo ningún tipo de asistencia médica ni nada. No tengo ayuda de nadie”, señala al medio nacional.

Su madre, María Redondo (74), señala que la última crisis que tuvo Sandra la puso a dormir 18 días seguidos, y ocurrió en junio pasado. En ese tipo de situaciones es ella la única que puede ayudarla, y lo único que interrumpe el sueño es cuando va al baño, instancia en que María aprovecha de asearla. “Le hago la cama rápido. Ella se vuelve a acostar sin mirar a nadie. Está como sonámbula“, indica.

En cuanto a la alimentación en medio de estos cuadros prolongados de sueño, Redondo comenta que su hija solo come luego de cinco o seis días durmiendo, por lo que ella le da algo liviano para que no mastique tanto y rápidamente vuelve a dormir.

El drama de Sandra es tan grave que la mujer muchas veces no sabe si las cosas que pasan a su alrededor son parte del sueño o reales. “Si alguien viene a verme no sé después si lo soñé o realmente pasó. Escucho cosas y le pregunto a mi mamá. ¿Esto pasó o no pasó?”, agrega..

Desde los 12 años que sufre de este síndrome, y desde entonces su vida ha tenido quiebres importantes marcados por las crisis. Señala haberse perdido cumpleaños de su hija, navidades, y otras celebraciones. “Una vez desperté justo para mi cumpleaños y aprovechamos de celebrarlo”, cuenta a modo de anécdota.

Por último, Velásquez pide ayuda para poder salir adelante, pues con el dinero que reúnen no alcanza. Su madre es jubilada, su hija va al colegio, y ella no puede mantener un trabajo estable.

Una pensión del Estado nos serviría mucho. Algún tipo de ayuda, porque estamos solas. He pensado incluso que el señor Farkas, que tiene un gran corazón, nos podría dar una mano. No he tenido ayuda de nadie. Me siento abandonada”, remata.