Esta es una pregunta que más de alguna vez nos hemos hecho. Generalmente se dice que se lo comen las lombrices. Algunos van más allá de esto: creen en la reencarnación. ¿Pero qué es lo que realmente sucede con nuestro cuerpo cuando muere?.
Cuando el corazón deja de latir la sangre se vuelve más espesa y se coagula, pues deja de circular… esto conlleva a una baja en la temperatura y los músculos se ponen duros.
Carla Valentine, curadora técnica del Museo de Patología Barts de Londres, explicó al medio británico BBC Mundo, que “Este proceso suele iniciarse después de 4 o 6 horas, primero en los músculos más pequeños como los de los párpados o la mandíbula, luego le sigue el cuello, y más tarde los músculos más grandes como los brazos o las piernas”.
“Esto dura entre 36 y 48 horas, dependiendo de una serie de circunstancias. El frío, por ejemplo, puede [rae]ralentizar[/rae] el rigor mortis”. Además, la especialista agrega que “si uno tiene fiebre cuando muere”, “se acelera”.
Otra cosa que ocurre es que las células dejan de producir adenosín trifosfato (ATP), por lo tanto dejan de funcionar.
Posteriormente el ambiente que se genera es ideal para las bacterias y hongos, que son los que descomponen el cuerpo, más o menos rápido dependiendo del clima.
Valentine agrega que “La regla básica es que, bajo tierra, el cuerpo tarde ocho veces más en descomponerse que fuera de ella”.
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BBC Mundo explica que “Durante el proceso de descomposición, las bacterias despiden una gran variedad de derivados químicos”, los que expelen un olor nauseabundo. “También se producen compuestos que contienen azufre que, junto con numerosos gases que comienzan a hinchar el cuerpo temporalmente”.
¿Qué pasa con las uñas y el pelo? ¿Siguen creciendo?
Por muchos años se pensó que estos seguían creciendo, pero la verdad es que esto no es así. Lo que realmente ocurre es que el cuerpo comienza a encogerse.
“Por miles de años, la gente pensaba que el pelo y las uñas seguían creciendo, porque esa era la impresión que daban los muertos. En realidad, no crecen: da esa sensación porque el resto del cuerpo se encoge”, explica Caitlin Doughty, directora de funerarias de la organización “The Order of the Good Death”.