Las hierbas medicinales tienen una serie de beneficios, pero también cuentan con algunas contraindicaciones en ciertos pacientes.
Algunos especialistas recomiendan ciertas infusiones para ayudar a disminuir dolores, no obstante, se debe tener cuidado si se presenta alguna patología de base, pues el tratamiento en cuestión puede resultar en todo lo contrario, si es que se consumen de manera excesiva y en altas concentraciones como aceites esenciales o jarabes.
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Por ejemplo, existen ciertas hierbas que no deben ingerir las mujeres en etapa de gestación, como el boldo y la ruda, debido a sus propiedades abortivas, al igual que los niños menores de 10 años.
Pero, ¿qué pasa con aquellos que son hipertensos o tienen problemas a la glándula tiroidea? En Página 7 te detallamos las 5 hierbas medicinales con las que deberías tener cuidado si sufres una de estas dos patologías.
Problemas tiroideos
De acuerdo al libro Medicamentos herbarios medicinales del Ministerio de Salud, no se recomienda que personas que ingieren fármacos para regular las hormonas de la tiroides consuman hierbas como la Melisa y la Capuchina.
¿Por qué? Esta última inhibe a la glándula, lo que puede agravar un caso de hipotiroidismo. La misma situación ocurre con la Melisa, ya que se caracteriza por tener un efecto supresor sobre la hormona TSH, encargada de la mencionada glándula.
Por ello, se sugiere tener cuidado con algunos fármacos naturales que contengan uno o ambos compuestos, ya que están presentes en medicamentos para personas con afecciones nerviosas o problemas del sueño.
Hipertensión arterial
En tanto, las personas que presentan hipertensión, afección generada por una alta presión en los vasos sanguíneos, también tienen contraindicadas algunas hierbas medicinales.
A modo de ejemplo, no pueden ingerir infusiones de naranjo amargo/agrio, ya que aumentan significativamente la presión sistólica y diastólica, y el número de pulsaciones, lo que puede traer otras complejidades.
En tanto, las bebidas de Guaraná están contraindicadas en estos casos y en quienes tienen problemas cardíacos debido a su efecto cardiotónico, es decir, aumenta la eficiencia de la función cardíaca al disminuir el consumo de oxígeno.
