La crisis sanitaria nos ha hecho modificar diversas rutinas de nuestra vida. El lavado de manos de manera mucho más frecuente, la utilización de mascarilla, el dejar de saludarnos de beso y el cómo estamos durmiendo.

Otro aspecto importante que se ha visto afectado han sido los límites de nuestro hogar, que normalmente estaban claramente delimitados.

Sin embargo, ahora todo coexiste en un mismo lugar: trabajo, juego y educación, lo que genera una serie de consecuencias, como por ejemplo trastornos asociados a la conducta del dormir.

Luis Pino, académico de la Escuela de Psicología de Universidad de Las Américas (UDLA), explicó a Página 7 que “dependiendo de la capacidad de cada persona, adaptarse a situaciones nuevas como esta ha aumentado el estrés y la ansiedad”.

En el ámbito laboral, “vamos a encontrar una dificultad para desconectarnos, por lo que van a aumentar las ganas de estar en situaciones distintas a la que nos encontramos”.

“Eso implica que nos costará más organizarnos y coordinarnos. Nos dará más agotamiento, confusión, trastorno del sueño y tendremos dificultades en la concentración “, añadió.

Recomendaciones

Para establecer límites en el hogar, el psicólogo hizo hincapié en que exista una planificación, distinguiendo cuatro dimensiones que delimitar: trabajo, familia, educación y distensión, de acuerdo a la realidad de cada lugar.

“También distinguir tiempos más breves dedicados a la concentración total del trabajo y luego un descanso o realizar otra tarea distinta”, señaló el profesional.

Asimismo, en el caso del teletrabajo, el profesional recomendó utilizar ropa cómoda pero apropiada. “Nunca utilizar pijama, porque nos da la señal de estar todavía durmiendo”, comentó.

En el caso de los niños, uno de los grupos etarios más afectados junto con los adultos mayores, las tareas tienen que estar muy claras y deben ser consistentes, distinguiendo los tiempos de estudio, trabajo y compartir en familia, aseguró Pino.

“Una vez establecidos esos límites, se debe ser consistente con ellos y mantenerlos en el tiempo. Y también ir evaluando si esta disciplina está teniendo frutos o no”, expresó.

Otro punto que destacó el profesional es que cuando los niños estén solos, debido al trabajo de los padres, es buen momento para enseñarles autorregulación.

Pexels (cc)
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“Es decir, que se desconecten, se duchen, se cepillen los dientes y el adulto supervise desde lejos. Hay un metaaprendizaje que tiene que ver con la autodisciplina”, detalló.

Por último, el académico hizo hincapié en que no se puede dejar de lado que los niños aprenden al observar la conducta de los padres. “Si ellos son desorganizados, pierden el control con facilidad, hay desesperanza, los niños lo aprenderán rápidamente y eso implementarán en el día a día”, cerró.