¿Sabías que no debes eliminar el aceite de cocina por el lavaplatos? Esta acción no solo perjudicará a tus cañerías, sino que también contamina el medioambiente.

Para saber dónde botarlo y si es posible reutilizarlo, Página 7 conversó con la académica del Centro de Atención Nutricional de la Escuela de Nutrición y Dietética de la UDLA, Daniela Gómez.

Un litro de aceite que se elimine por el lavaplatos o que llegue a las cañerías por las que transite el agua, puede contaminar hasta 100 litros de agua“, indicó Gómez.

Por ello, aconsejó reducir “la cantidad de aceite que utilizamos para, obviamente, evitar estos desperdicios. Y elegir preparaciones que utilicen aceite para producir la menor cantidad de residuos”.

Reciclarlo

Si no puedes reducir el consumo de aceite, una opción el reciclarlo, así se convertirá en “otro producto”.

Por ejemplo, se pueden hacer jabones para el baño o para lavar ropa. Solo se necesita soda cáustica y algunas esencias para darle algún olor diferente“, dijo la profesional.

Y agregó: “También se pueden realizar diferentes tipos de velas. Y algunas empresas se encargan de hacer biocombustible al recolectar este aceite”.

¿Cómo hacer jabón? Según indicó el sitio Ecocosas, necesitas 2 1/2 litros de aceite usado, 2 1/2 litros de agua y 1/2 kilo de soda cáustica (si lo vas a utilizar para limpieza) o 330 gramos (para uso cosmético).

Preparación:
En un ambiente ventilado, diluye la soda cáustica en agua lentamente y con cuidado pues produce vapores tóxicos. Esto producirá una reacción química que liberará calor, por lo que deberás dejarlo enfriar.
Luego, lentamente vierte el aceite sobre la preparación -que se le conoce como lejía cáustica-, removiendo constantemente y en el mismo sentido, para que no se corte el jabón. Puedes agregarle esencias naturales para aromatizar.
Después, sobre moldes, vierte la preparación y deja endurecer durante un mes.

¿Se puede utilizar en otras comidas?

Según indicó Gómez, es posible –siempre y cuando el aceite no se haya quemado– pero no recomendable.

“Debido a que al someterlo a altas temperaturas, se produce una serie de compuestos, como radicales libres y ácidos grasos trans, que pueden afectar al sistema cardiovascular. En algunos casos, se puede formar acrilamida, que es un componente tóxico altamente cancerígeno“, explicó.

¿Cómo desecharlo?

Como se dijo al principio, nunca se deben botar por cañerías, lavaplatos ni por el W.C, pues perjudicará la infraestructura del hogar y contaminará el agua.

Lo que hay que hacer es esperar a que se enfríe y almacenarlos en botellas plásticas.”, señaló la académica. Una vez que se llenen las botellas, debes sellarlas con cinta adhesiva para evitar accidentes.

Luego, las puedes reciclar en un punto limpio (pincha aquí para buscar el más cercano),  o con alguna empresa de reciclaje. Según indicó LUN, una de ellas es Rendering, que retiran desde un mínimo de 20 litros.