¿Has escuchado algunas vez que los perros pueden oler el miedo en los humanos? Es que las mascotas, tanto perros como gatos, son especialistas en identificar tus emociones y estas pueden alterar, tanto negativa como positivamente, sus comportamientos.
“Más que ellos puedan oler nuestras emociones, lo que hacen, como llevan viviendo miles de años en cercanía con los humanos, pasando por un proceso que involucró cambios conductuales, fisiológicos e incluso, cambios genéticos; es interpretar nuestras expresiones faciales, posturales y nuestros tonos“, explicó a Página 7 la etóloga y directora del Colegio Médico Veterinario (Colmevet), María José Ubilla.
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De esta forma, señaló Ubilla, los integrantes de cuatro patas pueden “interpretar cuando estamos enojados, cuando estamos contentos e incluso, cuando tenemos pena”.
Esto se debe a la estrecha vinculación que tenemos con algún animal doméstico. “Hay muchos animales que viven cercanamente con nosotros, en contacto directo, como son los perros y gatos, es mucho más frecuente que se den estas interpretaciones”, dijo la etóloga.
Sin embargo, los perros y gatos no serían los únicos capaces de saber cómo nos sentimos. También se ha comprobado que los caballos y las ovejas pueden interpretarlas.
“Desde hace años yo trabajo en un área que se llama terapia asistida con animales, es decir, utilizamos animales entrenados para trabajar con personas que necesiten algún tipo de rehabilitación por discapacidad o por problemas de salud mental. Ahí, históricamente, se trabaja con caballos y perros”, comentó Ubilla.
Y agregó: “En un proyecto, para el que trabajé hace tres años, trabajamos con ovejas (…) Ahí nos dimos cuenta que las ovejas también son animales súper empáticos con lo que le ocurre al ser humano y fueron animales de trabajo muy exitoso en rehabilitación de personas con discapacidad intelectual”.
¿Pueden nuestras emociones incidir en el comportamiento de las mascotas?
A la pregunta Ubilla señala que sí. De hecho los estados emocionales negativos “así como pueden incidir en los otros integrantes humanos de la familia, también pueden incidir en los integrantes animales de esa familia“.
Por ejemplo, si una persona está estresada o con un cuadro depresivo puede disminuir la interacción con su mascota.
“Si el animal está muy vinculado con la persona y si está acostumbrado a socializar con esa persona, obviamente estará influyendo negativamente en el bienestar del animal”, dice la etóloga.
Y si una persona sufre de algún cuadro de ansiedad y esta “se traduce en estados de excitación, de gritos y otro tipo de conductas, también puede afectar a las mascotas porque se pueden asustar o romper el vínculo que tenía con ella”, señaló.
Recomendaciones para contribuir al bienestar de tu mascota
Desde el Colmevet entregan seis consejos que dueños de mascotas deberían considerar para aportar positivamente a su bienestar en el hogar, sobre todo en estos tiempos de confinamiento, que al igual que nosotros, pueden ser estresantes para ellos.
- Momentos para jugar: “Las personas deben tomarse al menos entre 5 a 30 minutos para jugar con los animales, ya sea perros o gatos, y repetir periodos breves de tiempo de juego para interactuar con ellos”.
- Caricias: es importante que al finalizar el día le des “un buen masaje de relajación para descargar la tensión acumulada”, tanto para ti como para tu mascota.
- Entrenamientos: realizar trabajos de obediencia, tanto con perros y gatos, como enseñarle a echarse o dar la pata, permitirá “mantenerlo ocupado física y mentalmente”.
- Juguetes: puedes crear juguetes o accesorios para tus mascotas, como dispensadores de alimento, cañas o pelotas.
- Paseos (en el caso de los perros): solo si son “estrictamente necesarios” y en zona sin aglomeración de personas. Cuando vuelvas a casa recuerda lavarle sus patas con agua y jabón.
- Momentos de aislamiento (en el caso de los gatos): “Los gatos son animales que se aislan socialmente en algunos momentos. Entonces si un gato está descansando en un lugar solo y alejado del resto de la familia, debes darle esos espacios porque se pueden sentir invadidos en su mismo territorio por la constante compañía con los humanos”.
