Harvey Glatman fue un asesino en serie estadounidense, quien se hacía pasar por fotógrafo profesional para acercarse a mujeres y matarlas.

Conocido en los medios de comunicación como ‘El asesino de los corazones solitarios’, utilizaba un modus operandi perfectamente definido: a sus víctimas las amordazaba, maniataba y les retiraba sus zapatos.

Ese violento comportamiento se gestó durante su infancia, etapa donde ya tenía conductas antisociales y tendencias sadomasoquistas, las que se acentuaron en su adolescencia.

Comenzó a cometer robos y agresiones sexuales contra mujeres. Irrumpía en sus departamentos, las ataba, abusaba y luego tomaba fotografías como recuerdo, consignó La Vanguardia.

A raíz de estos hechos, Glatman fue detenido en 1945 y pasó ocho meses en prisión. Dos años después fue nuevamente arrestado y en 1951 salió en libertad condicional.

Los asesinatos de Harvey Glatman

En 1957 Harvey se mudó a Los Ángeles, California, lugar donde cometió los ilícitos.

Se presentaba en agencias de modelos buscando potenciales víctimas. Las contactaba para fotografiarlas y les prometía que las imágenes serían publicadas en revistas pulp de la época.

Su primera víctima fue Judith Ann Dull, una modelo de 19 años. La mujer se dejó atar y amordazar, ya que el sujeto le había dicho que ese era el escenario que tenían pensado publicar en la revista.

La violó y luego la condujo hasta un lugar desierto, donde la estranguló con una soga y se llevó sus zapatos.

De acuerdo al sitio Deranged LA Crimes, otra víctima fue Shirley Ann Bridgeford, a quien contactó a través de un anuncio en la sección “Corazones solitarios” de un diario.

Con un procedimiento similar, la trasladó hasta un lugar apartado de la carretera en su vehículo, donde la maniató, fotografió y asfixió con una soga. Dejó el cuerpo ahí y se llevó sus zapatos.

Una tercera mujer asesinada fue Ruth Mercado, quien buscaba un fotógrafo para una sesión de desnudo.

Con un arma la apuntó y la obligó a desnudarse. Luego la maniató, violó y después la llevó en su vehículo hasta un lugar apartado de la carretera, donde la estranguló y sacó sus zapatos.

El hombre fue detenido en 1958, atrapado mientras intentaba secuestrar a quien se iba a transformar en su cuarta víctima: la modelo Lorraine Vigil, quien logró salir con vida, informó el sitio especializado Criminal-Mente.

Tras confesar los tres asesinatos, fue declarado culpable y ejecutado en la cámara de gas de la prisión estatal de San Quentin, el 18 de septiembre de 1959. Murió a los 31 años.

“La razón por la que maté a esas chicas fue porque ellas me lo pidieron. Dijeron que preferían morir antes que estar conmigo”, declaró a Harvey a la policía.