El 15 de junio de 1990, unos golpes a la puerta rompieron la tranquilidad de una de las casas de Anaheim, California, en Estados Unidos.
Al interior se encontraba Autumn Wallace, una niña de 9 años, quien estaba sola y a la espera de su hermana y madre que pronto llegarían del trabajo.
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María del Rosio Alfaro, más conocida como “Rosie”, la esperaba al otro lado de la puerta. Tenía 18 años, estaba embarazada y se encontraba en un preocupante estado de drogadicción.
De acuerdo al documental Las verdaderas mujeres asesinas de Discovery Channel, Wallace le abrió sin problemas, ya que la mujer era conocida en la familia por ser una de las amigas de su hermana.
Un brutal crimen
La joven, cuyo objetivo era robar dinero para comprar droga, esperaba que la casa estuviera vacía. Sin embargo, cuando se enteró que estaba Autumn, cambió de planes.
Fue en ese momento cuando se dio cuenta que tendría que asesinarla, porque ella se daría cuenta del robo que iba a cometer.
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Aprovechando un descuido de Autumn, Rosie se dirigió hasta la cocina, tomó un cuchillo y luego llamó a la pequeña hacia el baño, lugar donde la apuñaló 57 veces.
Acto seguido, procedió a tomar lo que fuera de valor. Rosie se llevó diversos objetos, que logró vender después por menos de 300 dólares (cerca de 238 mil pesos chilenos), para luego abandonar la casa.
La toma de huellas y otras evidencias recogidas por la policía respaldaron, la hipótesis de que en la vivienda solo hubo una persona, además de la pequeña, al momento del crimen, por lo que no tuvieron dificultades para descubrir su identidad.
Confesión y condena
Alfaro confesó el crimen, afirmando que estaba en un alto grado de drogadicción por la heroína y cocaína cuando apuñaló a Autumn, consignó el diario electrónico The Mercury News.
Más tarde, cambió su relato original y declaró que un cómplice masculino, que nunca pudo ser identificado, la obligó a asesinar a la pequeña.
La mujer fue juzgada y declarada culpable de asesinato en primer grado. Además, fue la primera mujer condenada a muerte en la cámara de gas.
Actualmente se encuentra en el corredor de la muerte de California, sección especial donde están las celdas de los individuos que esperan su ejecución.
