Debido a la emergencia sanitaria, distintos establecimientos educacionales han tenido que cambiar la modalidad de clases presenciales a online, donde Internet y el computador se han convertido en las grandes herramientas de estudio.
No obstante, no todos los alumnos cuentan con la posibilidad de acceder a estas tecnologías en su hogar. Por ello, un profesor tomó una radical decisión por el bien de sus estudiantes.
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Se trata de Juan Radovic, quien viajó tres días en su moto, para entregar los materiales educativos a los 60 alumnos más alejados de su colegio, en la localidad de El Alcázar, en Argentina.
El docente repartió puerta a puerta los cuadernillos entregados por el Consejo de Educación de aquel país, para que los estudiantes no vieran interrumpidos sus estudios, producto de la cuarentena que deben cumplir, a raíz de la propagación del COVID-19.
“Lo que me movió fue que los chicos necesitan el material para poder adelantar los trabajos y no hay forma de convocarlos en este momento por la emergencia”, sostuvo Radovich al portal trasandino Primera Edición.
Eso sí, agregó que “no soy el único que está haciendo esto, son muchos los directores que realizan este tipo de odiseas, sólo que son acciones que no trascienden”, sostuvo, bajándole el perfil a su accionar.
El material que el profesor entregó a sus alumnos puede ser descargado de Internet, pero él reconoce que dicha conexión no es algo a lo que todos puedan acceder tan fácilmente.
“Llegar a una casa, preguntar por tu alumna y que te digan que se fue con otros compañeros a un cerro, no sé a cuántos kilómetros, a buscar señal para poder bajar los ejercicios de la escuela, te pinta una realidad que desde la escuela no siempre vemos”, afirmó.
Por último, Radovich mandó un fuerte mensaje. “Sería muy bueno que como docentes encontremos el modo de acercarnos a los alumnos para entender los esfuerzos que hace diariamente la familia para que sus hijos puedan estudiar”, sentenció.
El caso hizo recordar a la de María Caballero, una profesora de una escuela rural de Argentina, que decidió cada semana caminar más de diez kilómetros para entregarles materiales de estudio a sus alumnos, algo que se hizo viral hace algunos días.
