¿Es posible que las personas con una discapacidad auditiva puedan hacer música? Quizá si se hacía esta pregunta años atrás la respuesta hubiese sido “difícil” o “imposible”, sin embargo, en la actualidad la inclusión es una lucha de todos y por eso nació un nuevo proyecto que tiene como fin crear una banda con personas con sordera.

Bajo el nombre de Música de sordos (nombre inicial de la iniciativa), la gestora cultural María Luisa Castillo, junto a los músicos Alvaro López y Nicolás Rodríguez, dieron el vamos a una idea que se ha estado planificando desde hace dos años, como una necesidad de buscar un lenguaje particular para transmitir la música.

Para Castillo las personas sordas tienen una percepción que es desconocida para el resto.

Ellos no es que no escuchen la música, sino más bien, así como nosotros la oímos con los oídos ellos la sienten con todo el cuerpo. Por eso tenemos el sueño de que, si se escucha la música desde la vibración, se puede crear un lenguaje particular y diferente”, manifiesta María Luisa en entrevista con Página 7.

Por su parte, López declara que “lo que me motivó fue por un lado el tremendo desafío que significa montar un proyecto de este tipo, un proyecto que no tiene precedentes y, por otro lado, intentar descubrir de qué se trata la música, si la música es algo solo físico, si la música puede salir del corazón o de la mente y abrirse paso por vías no convencionales, sin los elementos y sentidos arquetípicos para tomar forma finalmente en un escenario, o en una sala de ensayo. Quizá encontrar en el misterio o el origen primario de la música”.

álvaro lópez sobre musica de sordos
Instagram Alvaro López

Para llevar a cabo esta idea, a través de redes sociales se comenzó a hacer un llamado a todas las personas con discapacidad auditiva que les interese la música a inscribirse y pasar por un proceso de casting, donde se seleccionará a 15 personas.

Involucrados

macarena nieto junto a saiko
REC- Rock en Conce / Facebook

Música de sordos ha sido un trabajo de largo aliento, que por distintas circunstancias ha tenido que posponerse, a pesar de ello, además de contar con Alvaro (cuerdas) y Nicolás (percusión), también se sumaron al proyecto la reconocida productora de los hermanos Larraín, Fábula.

“La historia de esas 15 personas que no tienen audición, y que buscan ser músicos nos pareció súper interesantes y por eso nos acercamos a Fábula para que nos ayuden con el proceso de documentación, fue ahí cuando Juan de Dios Larraín se entusiasmó, y comenzó a idear todo, qué tipo de registro sería y quién lo dirigiría”, detalla Castillo.

Es ahí cuando la escogida para ellos fue la realizadora del documental La Once, Maite Alberdi. “Tenemos la suerte de contar con ella, es sequísima y tiene cómo se va a abordar todo”.

Otra mujer que también cumplirá un rol principal será Macarena Nieto, la intérprete de señas que se ha hecho conocida por su fuerte relación con la música y las personas sordas, de hecho, ha sido parte del Festival de Viña del Mar, además de acompañar a bandas como Saiko a interpretar canciones durante conciertos.

“Ella es muy cercana a ese mundo y nos enseñará mucho, incluso ella misma nos colaboró con el video de la convocatoria”, manifiesta la gestora cultural.

En tanto, el vocalista de López será el encargado de ser el guía de los participantes. “Mi principal función será estar a cargo de toda la parte musical, no a nivel técnico, para eso hay profes, sino a nivel musical, emocional y motivacional. Yo seré el que estaré velando por mantener el marco y las directrices que originalmente nos planteamos con María Luisa. El corte editorial a nivel musical y emocional, por decirlo de alguna forma”.

Etapas

musica de sordos
Pexels

María Luisa explica que esto está pensado como un laboratorio, donde todos entregarán sus conocimientos. “Además de aprender, ellos también nos enseñarán lengua de señas y así en conjunto encontraremos una metodología y una manera de hacer música”.

La primera etapa se llevará a cabo durante este año, donde se realizará un mini laboratorio con una duración de 5 a 6 semanas con las personas seleccionadas.

Ahí, conocerán la historia de cada uno de ellos, además de elegir en conjunto los instrumentos de preferencia, los que estarán centrados en la percusión y las cuerdas.

Para marzo de 2020 se pretende realizar ya el laboratorio que tendrá una duración de un año, donde se trabajará con repertorio de música nacional. “La mejor forma de comenzar es trabajando sobre canciones ya conocidas”, explica Castillo.

Pero las aspiraciones van más allá, ya que este proyecto está pensado hasta el 2021, año que se enfocará en las creaciones propias. “Ver qué les interesa decir, cómo lo quieren decir”, manifiesta María Luisa. El gran cierre será un concierto en vivo y la grabación de un álbum.

“La idea es terminar con esto de que las personas que tienen algún tipo de discapacidad sean las que tienen que esforzarse por ser parte, tenemos que abrirle las puertas y el mundo de la música debe ser para todos. Todo el que quiera ir a un concierto debería tener la capacidad de participar y de recibir esa información, como sea que la reciba”, declara Castillo.

En tanto Alvaro manifiesta: “Este tipo de iniciativas aparecen, se analizan y se resuelven a medida que van apareciendo en el camino. Sin embargo, la oportunidad de poder desarrollar y trabajar de diferentes formas de experimentar y ampliar el desarrollo artístico a nivel social es algo que siempre me llamará la atención. La visión de un músico se puede aprovechar en diferentes ámbitos de la vida y es necesario tener esa visión en cualquier proyecto. Un músico puede ofrecer su mirada del mundo y aportar desde ahí en cualquier situación o esfera de trabajo o desarrollo” finaliza.