Esta semana se cumplieron 12 años de la desaparición más mediática del mundo. El caso de Madeleine McCann sigue sin resolverse y ni siquiera existen sospechosos reales a los que se les pueda interrogar.
Eso al menos es lo que ha trascendido durante los últimos años en la prensa internacional, y lo que sus propios padres, Kate y Gerry McCann han señalado en reiteradas ocasiones, y por lo que también han pedido constantemente dinero para que la investigación de la Scotland Yard no cese.
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En este contexto, hace un par de meses Netflix estrenó un documental donde se reflotan ciertas teorías que se desecharon, investigaciones que no proliferaron y otros testimonios que, al parecer, no han sido del gusto de los McCann, pues ellos no autorizaron esta pieza audiovisual.
Asimismo, las entrevistas a distintos expertos que alguna vez estuvieron involucrados en el caso también abundan, y esta semana que se cumple un nuevo aniversario de este misterioso suceso, el medio español 20 Minutos, entrevistó a Francisco Moita Flores, detective de la policía durante dieciocho años y experto en el caso, quien anuncia sinceramente que probablemente nunca sepamos lo que realmente ocurrió.
“Yo creo que solo habrá posibilidades de saber lo que sucedió cuando algún individuo de aquel grupo de amigos muestre alguna señal de arrepentimiento y confiese lo que sucedió. También es natural con el paso del tiempo y el envejecimiento, que haya gente que no pueda aguantar las verdades que están encubriendo durante tantos años. Este sería el único camino de saber la verdad. Desde el punto de vista policial no hay nada más que hacer”, aseguró al portal.
Tan convencido de eso está que para él no existe un “crimen perfecto” sino que existen “investigaciones imperfectas”, y que eso fue justamente lo que ocurrió con este caso. Para él, se cayó en un error fundamental al momento de no considerar desde un principio a los padres y a su grupo de amigos como sospechosos por el delito de “abandono de menores”.
“Todo aquel que conozca los planos del restaurante y del hotel, con la distancia que hay entre el restaurante y las habitaciones donde estaban los niños, sabe que claramente hay un abandono de niños. Y añado, si todos los protagonistas fueran portugueses, no tengo la mínima duda de que habrían sido acusados y obligados a presentarse ante un juez”, comentó.
Otro error, a su juicio, es el que no se haya hecho una reconstrucción del caso, pues todo el grupo de amigos declaró a la policía y existen versiones contradictorias que evidencian que una o más personas están mintiendo, por ende, la reconstrucción del caso es un trámite necesario que no se hizo. “Y no se hará, porque la policía inglesa, que ha gastado millones de libras en el proceso de blanqueamiento y lavado, no es capaz de gastar 10 ó 15 mil libras que es lo que costaría la reconstrucción, no lo hacen“, acusó.
Los padres como sospechosos
Pese a que aseguró que no maneja teorías sobre el caso, porque no es su estilo, sí comentó que a su modo de ver las cosas, hubiese invertido más recursos en saber quiénes eran estos padres y el grupo de amigos. “En eso se debería haber enfocado desde el primer momento y de forma muy seria la investigación. ¿Quiénes son? ¿De dónde han venido? ¿Qué relaciones hay entre ellos? ¿Cuál es el pasado de cada uno de ellos? ¿Alguno tiene antecedentes o está conectado a crímenes sexuales? ¿Este comportamiento de abandono de menores es frecuente en algunas de esas personas? ¿Quiénes son? Después de haber escuchado las declaraciones del grupo, aún más tengo la convicción que dentro de ese grupo podría estar la solución del misterio“.
Otro punto importante es que él cree que la pequeña falleció y que el paradero del cadáver solo lo sabe quien haya cometido el crimen o quien fue testigo del accidente, en el caso que así haya sido. Eso sí, está seguro que fue “alguien del grupo, no hay otra hipótesis. No hay hipótesis de raptos, ni de secuestro, todo eso es falso”.
Lo que también llama su atención son esas teorías de las redes de pederastia en Algarve (Portugal), pues allí no existen raptos y nunca han existido. “No puedes hablar de una compleja red de raptos de esclavitud sexual. En el Algarve hubo esta desaparición y nada más. En Portugal tenemos 3 desapariciones confirmadas, incluyendo la de Maddie. Hablar de redes, de presuntas organizaciones terroristas…es entrar en un delirio que lo único que hace es crear ruido y alejarnos de lo que es el caso en realidad y el tema esencial era entender quién era este grupo y por qué han mentido en el tribunal“, agregó.
En este contexto, para él los padres siguen siendo sospechosos hasta que se demuestre lo contrario y, por lo mismo, no entiende por qué la policía inglesa los ha descartado. En la misma línea comentó que existe al menos una gran contradicción que debió estudiarse.
“Una de ellas es el hecho de que el padre se haya sentido ofendido al ser constituido como sospechoso, y que por eso se negó a declarar. El hecho de que los padres se hayan sentido ofendidos cuando les han cuestionado, siendo que la reacción natural de los padres cuando desaparece un niño es darlo todo y estar disponibles en todo para ayudar a encontrar a su hijo y no tener este tipo de reacción, de enfadarse, o estar fastidiados, o sentirse indignados por este tipo de trámites en el proceso. Ha sido una actitud extraña, más que nada porque se percibe una complicidad con el poder inglés que justifica cosas que no tienen justificación en la vida real. Son justificaciones teóricas”, lanzó.
Pese a que los McCann no han bajado sus brazos a la hora de recaudar dinero y pedirle a las autoridades que no detengan la búsqueda, Moita Flores no está tan convencido de que las cosas se estén haciendo como deberían.
“Ellos quieren saber de Maddie en el caso de que sean inocentes y eso sería algo normal, que hicieran de todo por encontrarla, pero efectivamente hay que hacer todo para encontrarla. No sé mucho sobre la situación actual de los padres, sé que en Inglaterra han participado en grandes programas de televisión. Con esto no quiero decir que estoy acusando a los padres de matar a su hija, no tengo esa osadía, pero forman parte de ese grupo, el grupo que miente y alguien debería de haber sido cuestionado para descubrir quién está mintiendo, no sé si los padres o sus amigos. No puedo afirmar que los padres tengan responsabilidades en la muerte de la niña, pero puedo afirmar que tienen responsabilidades en el abandono de un menor“, sentenció.
