No cabe duda que este círculo de sabor es una debilidad para muchas personas, sobre todo para esta chef, que consciente de los riesgos que implica su consumo en exceso, dejó de hacerlo y comenzó a cuidarse. Gracias a ello, hoy es una mujer completamente nueva.

La estadounidense Ana Sirb de 28 años, trabajaba en una reconocida pizzería ubicada en New York, y por lo mismo, su dieta se basaba prácticamente en muchos carbohidratos, papas fritas y grasas en general. Sin embargo, el alza indiscriminada en su peso producto de su mal hábito alimentario, la llevó a padecer obesidad mórbida, hasta, que decidió revertir la situación y cortó por lo sano: optar por la vida sana.

El principal motivo de su alejamiento de esta delicia culinaria, fue el miedo que la envolvió al pensar que en cualquier momento podía morir. “Mi novio me tenía que despertar en la noche para ver si estaba viva. Fue un momento muy aterrador”, señaló Sirb según da cuenta el portal de noticias BioBioChile.

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De igual forma, otro factor que la hizo borrar de su vida estas comidas poco saludables, fue la dificultad que le significaba realizar labores cotidianas que no demandan de mayor esfuerzo.

“Antes de bajar de peso, me sentía atrapada en mi propio cuerpo, afectó todas la actividades de mi vida, desde ir al kiosco hasta poder agacharme en mi trabajo. Estaba muy deprimida y no quería salir de mi casa. Sentía que en cualquier momento iba a morir”, agregó -la hoy- esbelta fémina.

Entonces, el cambio de vida llegó de la mano de un estricto régimen alimenticio y de ejercicios, y tras mucho esfuerzo, increíblemente logró bajar 144 kilos de peso. Así es: perdió 144 kilos de sus 288 iniciales. “El mundo es mio. Puedo hacer absolutamente lo que quiero hacer y voy a encontrar el trabajo de mis sueños”, cerró la nueva mujer cuya autoestima igualmente se vio incrementada con su cambio.

The Sun
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Daily Mail
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