Max Cabezón fue uno de los tantos participantes eliminados del programa de CHV, El discípulo del chef, a fines de octubre pasado.

En conversación con Página 7, en aquella ocasión el ex MasterChef (Canal 13) habló sobre su salida y tuvo románticas para Miel Blanca, quien se convirtió en su pareja durante el transcurso del espacio.

“Soy un afortunado de haber conocido a Miel, nosotros entablamos una amistad muy bonita que subió un peldaño, a nivel de romance”, dijo.

“Estudiábamos juntos y fue una partner. Aprendí de su cariño, conocimiento, experiencia y profesionalismo”, aseguró.

La crítica de Max Cabezón

Tras una pregunta de uno de sus seguidores en Instagram, el cocinero cuestionó el formato del programa, consigno El Filtrador. “Para serte honesto, lo encontré más farándula que cocina”, lanzó.

“Es decir, la edición de todos los capítulos que vi, porque después sinceramente me aburrí de ver el programa, era como que o te mostraban cuando tirabas un comentario pesado o cuando se creía que iba a haber polémica, conflicto o qué sé yo. O cuando a los chefs les soplaban por la muela ‘ya, sé pesado, hazte mierda, grítale'”.

Según el participante, El discípulo del chef “es como ver la lucha libre al final, es como una mezcla de artes escénicas y gastronomía”.

“Tiene mucho arreglo, la dirección de la tele influye caleta y no muestran las decisiones que se toman en la cocina, los cortes, las técnicas”, aseguró.

Por último, señaló que, a su parecer, era “pobre” la edición del exitoso espacio culinario de Chilevisión.