En febrero del año pasado, Dino Gordillo sufrió uno de los momentos más dolorosos de su vida: falleció su hijo mayor, Aldo Guzmán.

El humorista conoció el lamentable deceso, minutos antes de subirse al escenario en el Carnaval Elquino de Vicuña, región de Coquimbo.

Pese al ofrecimiento del alcalde de no actuar, producto de esta situación, el comediante decidió hacer su rutina, explicando el motivo.

“Tengo un corazón muy delicado. Me subí porque le prometí a mi hijo, que en paz descanse, a mi ángel, que me iba a subir al escenario porque él habría estado muy feliz y, el show debe continuar”, dijo en aquella ocasión, visiblemente afectado.

La vida de Dino Gordillo con la custodia de sus nietas

A partir de ahí, la vida de Dino Gordillo cambió, ya que se quedó con la custodia de sus dos nietas.

El tribunal me las entregó antes de que falleciera mi hijo. Mi hijo tuvo problemas, luchó, luchamos con él muchos años, nunca pudo… su enfermedad nunca la pudo superar”, comentó a BioBioTV.

El triunfador del Festival de Viña del Mar se refería a la adicción a las drogas que enfrentaba su hijo de 42 años.

“Por su comportamiento hubo problemas, que al final (concluyeron) que las niñas estaban en riesgo, esa es la realidad, y el tribunal decidió sacarlas. Entonces me llaman a mí: o era Sename o era yo, su abuelo paterno”, agregó en diálogo con Julio César Rodríguez.

Asimismo, el comediante señaló que “yo las crie, toda su vida han estado en mi casa, vivieron conmigo toda su vida”.

Esta situación, de alguna forma, habría gatillado la decisión de Aldo de quitarse la vida, relató el humorista.

“Como al mes después que me las pasaron a mí por seguridad, por un sin fin de cosas que sucedieron, ahí Aldo se suicidó“, manifestó.

Por último, concluyó: “Quedamos con una tranquilidad de que el gordo (Aldo) lo hizo una vez que vio que sus hijas estaban bien y eso me da una tranquilidad, una paz enorme, una alegría maravillosa”.