Fue hace unos días que Netflix estrenó su nueva docuserie Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile, proyecto que ya se ubica entre las tres producciones más vistas de la plataforma de streaming.

Si bien es una historia conocida, los cincos capítulos ya disponibles en la aplicación, muestran la hoja de ruta que trazó Paul Schäfer para convertirse en una emblemática figura de Chile en las décadas del 60 y 70, que hoy es solo recordada por sus abusos sexuales cometidos.

Pero, ¿qué hizo que Colonia Dignidad se volviera tan exitosa? Varios televidentes coinciden en que si bien lo mostrado es sabido por la audiencia, son los relatos lo que la hacen estrepitosamente cruda.

Ahí es donde aparece la figura de Salo Luna, quien se convirtió en el narrador de esta historia. El actual encargado de deportes de la comuna de San Fabián huyó de la Colonia Dignidad a los 18 años, luego de sufrir por largo tiempo abusos por parte del líder de esta comunidad.

“Yo prometí vengarme de Schäfer y terminar con su reino”, expresó el deportista, que estuvo por años dentro de la Colonia y que escapó del lugar en 1997, junto a Tobías Müller.

“En mi historia, o en las de aquellos jóvenes que fueron abusados o violados por Paul Schäfer, ninguno ha tomado el cómodo rol de quedarse en casa, escondido, con vergüenza. Siempre el propósito ha sido aprovechar las instancias para dar a conocer lo que ocurría en Colonia Dignidad”, explicó Salo sobre este rol en la docuserie, según detalla BioBioChile.

Escapando de Alemania

Una de las escenas que más impactó de los primeros capítulos de la docuserie, fue el viaje realizado por Paul Schäfer desde Alemania a Chile. Algo que no fue por gusto, sino que como una forma de escapar de las acusaciones de abusos sexuales contra menores de edad en su contra.

Y es que en Europa no pasó desapercibida la supuesta misión del predicador de crear un hogar juvenil en la ciudad de Heide, que resultó ser una residencia en donde él llevaba a niños a lugares apartados para poder abusar de ellos.

Fue así como se muestra que Paul llega a Chile, específicamente al fundo El Lavadero, en la región de Ñuble, donde arma su sociedad benefactora.

Justo cuando este hogar comenzaba a funcionar, es que más relatos aparecen de hombres que siendo niños afirman ser abusados por Schäfer, incluso en la primera noche de haber llegado a la colonia.

“Yo lo vi en la cama con uno de los niños, nunca pensé mal, en su momento dije ‘mira qué cariñoso’, ahora le tomo el peso a lo que vi”, dice una de las mujeres entrevistadas que presenció uno de los abusos.

Pero no solo los abusos marcan la historia de Netflix. Esto porque se da cuenta de la amistad de Schäfer con Pinochet, a quien prestó sus terrenos para instalar un centro de tortura.

Ahí es donde aparece la figura de Hernán Larraín, actual ministro de Justicia y Derechos Humanos, quien se presenta como un fiel defensor de Schäfer.

“Siempre hemos escuchado hablar de Larraín (y su participación en Colonia Dignidad), pero este documental lo pone en la palestra con imágenes, con narraciones, con comunicados de prensa que él realiza en relación a las víctimas chilenas”, explicó Luna.

Al respecto, el jefe de cartera acusó que si bien era “muy bueno que se conozcan hechos que no se conocían a través de esta serie”, sobre su papel en aquella época no hay nada más que agregar.

“No muestran nada nuevo que no se supiera. Son declaraciones que también se habían dado en televisión y que circulan hace años, correspondiendo a una declaración inicial cuando se supo de estos hechos que eran nuevos hasta entonces”, dijo Larraín a TVN, ya que declinó ser parte de Colonia Dignidad.

Estas son solo fragmentos de los relatos que se pueden ver en Colonia Dignidad, la exitosa serie de Netlix, que ha impactado a los cibernautas.