El reciente estreno de Netflix, Emily en París, ha cautivado a la audiencia, que la ha mantenido en los primeros lugares de las tendencias en la plataforma.

La producción es dirigida por el reconocido Darren Star, responsable de Sex and the City y su encargada de vestuario es nada más que Patricia Field, la estilista de Carrie Bradshaw.

La serie es protagonizada por Lily Collins, quien interpreta a una joven que no habla francés y que debe viajar a París a asesorar a una empresa de marketing que acaba de comprar la firma estadounidense para la cual trabaja.

La producción tiene 10 episodios de 30 minutos, los que logran cautivar enseguida a los televidentes… aunque ha generado críticas también, de parte de influencers y franceses.

Detrás de cámara

Lilly Collins dio a conocer en las escenas post créditos, cuál fue la toma que más le costó grabar, revelando también qué hizo para poder memorizar su texto.

“Fue una que grabamos casi al principio de los rodajes: la fiesta de L’Heurde en la Torre Eiffel. Fue mi primer monólogo y lo tenía que decir muy rápido como Emily. Implicaba muchas estadísticas de su anterior trabajo, además había mucha gente”, expresó la actriz.

Según explicó, “aún estaba buscando las bases del personaje de Emily. Practiqué este discurso muchas veces, y además había cosas que tenía que recordar cómo se pronunciaban y debía decirlo a una velocidad que no fuera abrumadora ni demasiado rápida”.

“Además, al mismo tiempo había un momento en el que Emily está muy nerviosa y quiere sacarlo todo y demostrar que es la persona indicada para el trabajo”, añadió.

Lily contó que hubo muchas tomas que dejaron fuera y que la escena la filmaron desde el día hasta la noche: “Fue muy agotador, pero una vez que estuvo bien, me sentí muy emocionada”, expresó.

 Lily Collins en Emily en París
Emily in París | Netflix

Lily comentó en esta entrevista para Netflix que “nunca había tenido un personaje con tantos monólogos. Y lo que descubrí es que Emily habla así de rápido porque es muy apasionada y necesita decirlo todo de una sola vez. La mezcla de hablar rápido y tener mucho que decir es la receta para caer mal y estropearlo todo”.

Sumado a lo anterior, señaló que “tuve que aprender esos monólogos muy pronto para que pudiera terminar despertándome diciéndolos. A veces soñaba con ellos. Tenía que decirlos una y otra y otra vez, tenía que practicar diciéndolos en voz alta, pero fue un poco más fácil porque mientras más tiempo los practiqué, pude encontrarme más a Emily y supe cuándo hacer cierta pose o ser más expresiva”.

“No tenía miedo de tomarme un instante, tomar aliento. Y creo que también esa confianza se construye a lo largo de la serie. Ella está tratando de convencer cada vez menos de lo que dice y es más apasionada de lo que necesita decir y la gente la escucha”, complementó la actriz detrás de Emily Cooper.

“Siento que sus intenciones cambian a lo largo de la serie también. Eso me facilitó un poco las cosas”, cerró Collins.

Lily Collins en Emily en París
Emily en París | Netflix