Este jueves la animadora Eva Gómez conversó con Fran García-Huidobro en Sigamos de Largo sobre distintos aspectos de su carrera televisiva y también de su ámbito personal en el contexto de pandemia.

Es así como dentro de este contexto, la comunicadora afirmó que sentía mucho la distancia con su madre “Conchita”, que vive en Sevilla, España, ya que hace bastante tiempo que no se ven y no tiene certeza de cuándo podrá viajar debido a que en Chile la crisis sanitaria sigue muy compleja aun.

La mujer de 87 años está recién saliendo a la calle luego que en algunas ciudades de España implementaran nuevos protocolos para retomar las actividades cotidianas ahora que la tasa de contagios ha disminuido considerablemente.

Sin imaginarlo, Eva recibió un video sorpresa de su progenitora, en el que ésta le envía un caluroso saludo. “Hija mía, estoy esta tarde aquí contigo para decirte que me encuentro bien, gracias a Dios. Que ha pasado todo lo fuerte y todo lo malo“, partió diciendo Conchita.

madre de eva gómez
Captura | Canal 13

“Ha habido un desierto, la gente no nos veíamos, estando tu hermana tan cerca y más de un mes sin verla y cuando nos vimos nos dimos el codo. Tres meses metidos dentro de casa sin salir a ningún lado. Qué te digo cariño… que tengas paciencia, que tengas mucha suerte que no dé a ninguno nada, ni a Chile entero y que lo pases muy bien, muchos besos”, agregó.

El saludo hizo llorar a Eva quien dijo tenerla lejos a su edad era una angustia “permanente porque efectivamente estamos todos aislados pero llegado el minuto puedes dejarle cosas en la puerta, se asoman, le tiras dos besos y ya está, pero yo no y tiene 87 años. Entonces cualquier cosa que le pase lo más probable es que sea algo más serio que leve y eso es algo que me ha acompañado todos estos años”.

madre de eva gómez
Captura | Canal 13

En ese sentido, reveló que en estos casi 24 años que lleva en Chile “mil veces” ha tenido ganas de volver a vivir a España, pero no lo ha hecho por sus hijos. “Sería la reina de las egoísta después de hacerles una vida acá, sus universidades, sus padres, decirles ‘agarren sus mochilas que nos vamos a Sevilla’, no puedo. Es una decisión que yo cuando tomé, nunca imaginé que iba a ser de este peso, pero que la vida misma me fue mostrando que era difícil que fuera reversible”, finalizó.