Una mañana movida es la que tuvo el matinal Bienvenidos este viernes. Y es que sumado a la emotiva despedida de Mauricio Jürgensen del espacio, vivieron un par de situaciones, a lo menos, curiosas.

Fue justamente antes de despedir en pantalla al polémico panelista, y que provocó la emoción de sus colegas Tonka Tomicic y Raquel Argandoña, el programa tuvo un despacho con la doctora Carolina Herrera desde una zona céntrica de Providencia.

La especialista entregó recomendaciones y también advirtió de los riesgos de los gases lacrimógenos para poblaciones específicas como embarazadas, adultos mayores y personas con problemas respiratorios, indicando que su exposición prolongada podía tener efectos irreversibles.

Al mismo tiempo, se permitió un minuto de emoción para referirse a lo grave que es la situación de las decenas de personas que perdieron la visión de un ojo producto de los balines disparados por Carabineros, señalando que era muy delicado que FFEE usaran armas que pueden llegar a ser letales.

Y fue en medio de esta conversación que, como ha sido la tónica en distintos espacios de televisión, una transeúnte se ubicó frente a la cámara pero atrás de la doctora, dando cuenta que tenía un mensaje que enviar.

Al notar su presencia, Tonka le pregunta a la periodista Marilyn Pérez si acaso la señora tenía algo que decir, a lo que la mujer rápidamente aprovecha el micrófono para enviar un recado al senador José Miguel Insulza.

Recordemos que hace algunos días el político tuvo un impasse con Tomicic luego que éste cuestionara su sueldo, cuando en realidad el tema de discusión era la dieta parlamentaria.

Insulza ya debería irse a los cuarteles porque está ciego, sordo y habla puras estupideces. Sacó a la Tonka, que la Tonka tenía mucha plata ¿y él, dónde la tiene? La Tonka ayuda a muchas instituciones, ya está bueno que le deje el lugar a otros, él está muy viejo“, alcanzó a decir la mujer antes que Bienvenidos decidiera cortar el despacho.

A Tomicic, por su parte, se le escuchó decir “no, no señora”, moviendo sus manos como una señal de que era mejor cortar el despacho.

Si bien su gesto fue considerado por algunos televidentes como un acto de censura, pero que ella explicó que fue precisamente para no desviar el tema de conversación que era bastante más delicado que una defensa espontánea hacia su persona.