La reina Isabel II anunció este lunes haber acordado con el resto de la familia real británica, durante una reunión de crisis, un “periodo de transición” para que su nieto Harry y su esposa Meghan abandonen sus funciones reales como desean.

“Aunque hubiéramos preferido que siguieran siendo miembros de la familia real a tiempo completo, respetamos y comprendemos su deseo de vivir una vida más independiente”, afirmó la monarca en un comunicado.

En el documento la Reina también se refiere al deseo de los duques de Sussex de pasar a ser “financieramente independientes” en esta nueva etapa de sus vidas y no depender de fondos públicos.

Es por todo estos cambios que Isabel II acordó un “período de transición”, en el que Harry y Meghan residirán entre Canadá y el Reino Unido.

“Estos son asuntos complejos que mi familia debe resolver, y aún queda mucho trabajo por hacer, pero he pedido que se tomen las decisiones finales en los próximos días”, concluyó el comunicado.

Cabe recordar que la decisión de los duques de Sussex generó gran revuelo y se rumoreó que los Windsor no están nada de contentos con esta noticia, molestia que comparte la familia paterna de Meghan.

Al menos así lo confirmó su padre, Thomas Markle. “Simplemente diré que estoy decepcionado”, comentó brevemente al portal estadounidense Us Weekly.