Los ojos del mundo están puestos en el nacimiento del hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry, el que debería llegar al mundo durante este mes, aunque se desconoce la fecha.
Sin embargo, todos los miembros de la realeza británica llaman rápidamente la atención con cada una de sus apariciones, y de esto no quedan exentos los pequeños de Kate Middleton y William.
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Es en este escenario que durante el fin de semana, y tras varios meses alejados de las apariciones públicas, George (5) y Charlotte (3) disfrutaron junto a sus padres de un día de descanso en Norflok, en la localidad de Burnham Market, donde asistieron a una competencia internacional ecuestre.
En la oportunidad los duques de Cambridge se reunieron con la familia de Zara Tindall, prima de Williams, cuyos hijos son muy amigos de los pequeños príncipes.
En los registros, George y Charlotte, quien lució un vestido escocés de la marca española Irulea, que alcanza un valor aproximado de 80 mil pesos chilenos, se mostraron felices disfrutando de juegos y sobre los hombres de los adultos, pero uno delos detalles que más llamó la atención es lo grandes que están.
Cabe mencionar que esta salida familiar se da en medio de los rumores que han acaparado la prensa sobre la supuesta infidelidad de William a Kate.
