Este domingo, una mujer española de 25 años llamada Rocío Cortés falleció luego que su cuerpo fuera seccionado por un ascensor del hospital sevillano de Valme, tras dar a luz a su tercera hija.

El accidente ocurrió pasada las 14:30 horas, según informó Página 7. La mujer iba entrando al elevador en una camilla junto a su bebé, cuando éste, aún con las puertas abiertas, subió. Esto provocó que la madre quedara con los pies colgando en el hueco del ascensor y la cabeza atrapada entre el techo y el marco, por cerca de dos horas hasta que personal de emergencia llegó a rescatarla, informó el medio local ABC de Sevilla.

La madre falleció y su hija, Triana, se salvó. Eso sí, fue enviada a otro hospital producto de una dolencia cardíaca, donde evoluciona positivamente.

El mismo medio reporta que varias personas indicaron que el ascensor estaba con problemas, sin embargo, la consejera de Salud de Andalucía, Marina Álvarez, señaló que “había pasado todos los controles y cumplía con la reglamentación”. De hecho, su última revisión técnica fue el pasado 12 de agosto, así como la inspección reglamentaria del Organismo de Control Acreditado (OCA), fue en mayo pasado. Es por eso que diversas autoridades han iniciado una investigación en torno a la tragedia.

Rocío estaba casada hace cuatro años con su marido, José Gaspar, y además de la guagua recién nacida, tenían dos hijas más: Carmen y Rocío, de cinco y cuatro años, respectivamente. Su marido, incrédulo ante la terrible noticia, señaló al portal: “Estoy hecho un trapo. Esto no puede quedar así, hoy ha sido Rocío pero mañana puede ser otra persona“.

En tanto, el padre de la víctima, Juan Manuel Cortés, se enteró del fatal desenlace al llegar al recinto hospitalario, pues viajaba desde Málaga, ciudad donde reside por trabajo. “Esto es muy fuerte. Han matado a mi niña bonita, a la alegría de la casa y han dejado a tres niñas huérfanas de madre“, se lamentó.

Ese mismo día, la familia de Rocío presentó una denuncia en el juzgado para exigir responsabilidades.