Durante su discurso de la Cuenta Pública 2022, el presidente Gabriel Boric emocionó a la senadora Fabiola Campillai con una especial mención.

El hecho ocurrió cuando el Mandatario anunció medidas respecto a las víctimas del estallido social, el que catalogó como “la peor crisis en materia de derechos humanos de los últimos 30 años” en el país.

“Diversas instituciones nacionales e internacionales dieron cuenta de la existencia de graves abusos y violaciones de los derechos humanos que dejaron un saldo de dolor que, como chilenos, debemos asumir y resarcir”, aseguró

“Por eso, hemos presentado una Agenda Integral de Verdad, Justicia y Reparación a víctimas en el contexto del estallido social, la cual contempla reformular los programas de salud para víctimas y aumentar las pensiones de gracia”, informó.

Además, Boric anunció que durante los próximos meses su Gobierno conformará una “Mesa de Reparación Integral”, donde la parlamentaria será una de las figuras claves.

“En esta participará en calidad de coordinadora la senadora Fabiola Campillai, presente en esta sala, a quien quiero reconocer su compromiso, su tesón y su inquebrantable voluntad”, expresó el Presidente.

Tras estas palabras, los presentes ovacionaron a la parlamentaria, quien en pantalla se vio bastante conmovida.

“Junto a estas medidas, impulsaremos un proyecto de ley de protección a defensores y defensoras de derechos humanos”, concluyó el Mandatario.

El caso de Fabiola Campillai

Recordemos que la senadora fue una de las víctimas de la violencia del estallido social, por parte de Carabineros de Chile.

En concreto, Campillai recibió el impacto de una bomba lacrimógena en el rostro, lesión que la dejó con la pérdida total de su visión, el gusto y el olfato.

Patricio Maturana es el nombre del exuniformado que está acusado apremios ilegítimos y lesiones graves gravísimas, delitos que están siendo tratados en un juicio que comenzó recién a principios de mayo.

El Ministerio Público, por su parte, apunta al excarabinero por no cumplir los protocolos necesarios para usar el arma y por no prestar auxilio a la víctima, actuando con el propósito de proferir dolor.