Varios han sido los casos de sectas que han impactado a nuestro país. Extraños ritos, sumisiones e incluso sacrificios humanos, son parte de los registros.
A continuación te mostramos los casos que han conmocionado a Chile por lo impactante de sus historias y cómo salieron a luz.
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Secta de Pirque
En 2007 se dio a conocer el caso de la secta Pirque, liderada por la argentina Paola Olcese. Según sus dichos, Dios se manifestaba a través de ella y le enviaba mensajes a los miembros de la comunidad.
En ese entonces, ella y los integrantes de la “comunidad mística”, debieron enfrentar a la justicia por los delitos de homicidio por omisión e inhumación ilegal. Esto debido a la muerte de la joven copiapina Joselyn Rivas, tras dar a luz su hija al interior del recinto.
Olcese era quien tomaba las decisiones al interior de la comunidad y se le atribuyó la responsabilidad. Sin embargo, fue declarada inimputable por ser diagnosticada con “delirios místicos mesiánicos”.
Secta de Antofagasta
Esta comunidad era liderada por un hombre conocido en Antofagasta como “Juan Limón”, quien realizaba constantes rituales, donde supuestamente se bebía sangre de animales, entre otras acciones.
El caso salió a la luz cuando un adolescente de 15 años se suicidó. Dos semanas después un niño de 13 realizó la misma acción, para luego continuar una joven de la misma edad que la primera.
La investigación logró vincular las muertes, ya que todas las víctimas tenían en sus habitaciones o llevaban el dibujo de una pirámide con un ojo. De este modo, uno de los integrantes reveló que el líder los presionaba diariamente para que se suicidaran.
La secta de Colliguay
Ubicada en el Fundo Los Culenes y liderado por Ramón Castillo, alias “Antares de la Luz”, la historia de esta secta salió a la luz tras darse a conocer el macabro sacrificio de un recién nacido en una hoguera, el 21 de diciembre del 2012.
El sujeto que decía ser un “Dios”, le indicó a sus seguidores que el hijo que había engendrado con Natalia Guerra, era el anticristo y por ende debía morir. Por este motivo, el grupo inició un rito donde según ellos “salvarían al mundo”.
El hijo de Antares fue puesto en una tablón, desnudo y con una cinta adhesiva en la boca, sobre un fogón de dos metros de profundidad. Al final del ritual, los integrantes dieron vuelta la tabla y el menor cayó a las llamas.
Secta de Curacaví
Fue en 2013 cuando se dio a conocer el caso de Eduardo Cruz, un hombre que decía ser el hijo y enviado de Dios. Por este motivo, sus seguidores le debían sumisión y obediencia. La secta se ubicaba en una parcela de Curacaví donde habían cinco cabañas acondicionadas para vivir en comunidad.
De acuerdo a los antecedentes del caso, el supuesto “Mesías” habría abusado de una joven de 14 años y además sometía psicológicamente a sus seguidores, quienes debían mantenerlo económicamente.
