Rachel Graham, madre de dos niños, ha tenido problemas con su peso e imagen corporal durante toda su vida, pero luego de ganar peso durante su segundo embarazo, la bloguera tomó una radical decisión.
La joven madre oriunda de Nueva Escocia, Canáda, comenzó a bajar de peso sostenidamente, llegando a perder cerca de 41 kilos en un año. Para esto, cambió diametralmente su relación con la comida y descubrió los beneficios del ejercicio.
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Durante el tiempo en que vivió esta pérdida de peso, la canadiense se encargó de documentar todo el proceso. “Lo bueno, lo malo y las inseguridades”, señaló. Lo que la hizo ganar cerca de 111 mil seguidores en Instagram.
La semana pasada, Rachel compartió un particular y honesto post sobre el efecto que tuvo la pérdida de peso extrema en su cuerpo. “La ansiedad por publicar esto es real“, escribió junto a dos imágenes que muestran el exceso de piel con el que quedó.
“¿Me arrepiento de haber perdido peso? ¡Diablos, no!“, indicó. Agregando: “Estoy más en forma que lo que nunca he estado en mi vida. Más feliz, más saludable. Estaría mintiendo si dijera que mi piel suelta no ha sido una inseguridad…pero me niego a dejar que eso me consuma“.
Es este enfoque, totalmente transparente sobre la pérdida de peso, lo que parece haber tocado una fibra sensible en la web. Gracias a que ha documentado todos los escenarios por los que pasó, desde que comenzó en junio del año pasado, Graham asegura que se ha sentido mucho más motivada.
“Perdí peso contando calorías, comiendo, en su mayoría, alimentos saludables, controlando porciones y realizando ejercicios. No hay secretos. No hay píldoras. No hay medicamentos (gracias “trolls”). ¡No hay trucos!“, agregó.
Consultada sobre cómo se mantuvo motivada, la madre explicó: “Hay un millón y una razones, honestamente. Mi salud, mi confianza, mi futuro, mi salud mental…La lista suma y sigue. Antes de comenzar este proceso recuerdo haber visto mi reflejo en el espejo y haber llorado“, consignó el medio inglés Metro.co.uk.
Rachel reconoce haberse sentido muy infeliz consigo misma y peleaba día a día por no volver a ese “oscuro lugar”, pues no solo ha sido un cambio físico, sino que esto la ayudó también a cambiar su mentalidad.
Graham lidió con un trastorno de alimentación desde que era joven y admite que estaba muy preocupada por exponerse a sí misma a los comentarios de usuarios de redes sociales, pero finalmente se atrevió. “Siempre he luchado con mi autoestima y estaba muy reacia a mostrarme tan vulnerable frente a una gran audiencia“, señaló a la revista estadounidense People. “Mi exceso de piel es una inseguridad mía y mientras aprenda a querer este cuerpo, con piel suelta y todo, estaré nerviosa de mostrarme ‘ahí afuera’ para que todos me vean“, agregó.
Un vídeo publicado por My Weightloss Journey! (@losinggravity) el
No obstante, reconoce que ha sido sorprendida por la cantidad de respuestas positivas.
Por último, respecto a su piel suelta, remata diciendo: “Algunos días no me importa y otros se hacen muy pesados. Realmente no lo “muestro” en fotos, y he recibido un montón de mensajes preguntándome cómo he evitado sentirme mal. no lo evito, está ahí. yo sabía que era algo inevitable cuando comencé a perder peso (¡Cerca de 41 kilos!) y si el único lado negativo de volverme más saludable es la piel suelta, que así sea”.
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