La adolescente Javiera Flores fue la flamante ganadora de la segunda temporada de The Voice Chile, donde cautivó con su voz, la que fue peleada por los jueces.

Con un 43% de los votos se coronó como la gran vencedora, dejando en segundo lugar a Héctor Palma, con quien llegó a la final. La joven era una de las favoritas del público, que durante todo el episodio y el programa se manifestó a favor de ella por su potente voz y por su humildad.

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La joven de 17 años es bastante asidua a las redes sociales, donde pone al tanto de sus actividades a sus más de nueve mil seguidores.

Específicamente en su cuenta de Instagram los sorprendió con un drástico cambio que se realizó en el cabello, al estilo arcoíris, el que recibió inmediata aceptación.

“Muchas gracias por tu tiempo y tu paciencia ¡¡Quedó fabuloso!! Anoten chicos @PatriciaEstilista”, comentó la adolescente.

Javiera Flores | Instagram
Javiera Flores | Instagram

No obstante, su nueva apariencia no gustó en el colegio donde estudia, donde le enviaron una “comunicación” a sus padres, señalando que el color de cabello debía cumplir con el reglamento.

Así lo demostró Javiera, quien compartió una imagen de este texto señalando “Cómo cuando llegas al colegio y te piden la libreta altiro”.

“Sr. apoderado, comunico a usted que se conversó con Javiera respecto a su color y corte de pelo. Se le dio plazo hasta el lunes 3 de octubre para presentarse como lo solicita el reglamento interno”.

Javiera Flores | Instagram
Javiera Flores | Instagram

Su publicación recibió mensajes de apoyo, donde le aconsejaban que se cambiara de colegio ¿Qué te parece la medida del establecimiento?

Ley de inclusión

Cabe destacar que desde marzo de este año está prohibido que los colegios castiguen a los alumnos por su apariencia, gracias a la Ley de Inclusión.

Esta normativa apunta a erradicar “todas las formas de discriminación arbitraria que impidan el aprendizaje y la participación de los y las estudiantes”, según reza el cuerpo legal.

Antaño, las prohibiciones y sanciones en cuanto a la apariencia estaban a discreción de los mismos establecimientos. Recordados son los retos a los hombres que llevaban el pelo largo o que no estuvieran apropiadamente afeitados, sumado a las llamadas de atención a las mujeres que tuvieran el pelo, aros o cualquier elemento que indignara al inspector de turno.

Con la ley de inclusión, las reglas internas siguen en vigencia (anotaciones, llamadas al apoderado, etcétera), pero se da término a cualquier tipo de sanción que implique que el alumno esté privado de ingresar a la sala de clases.

De todos modos, se deja expreso que los apoderados deben estar en conocimiento y firmar el reglamento interno de los colegios en los que matriculen a los alumnos, para saber cuáles son las regulaciones que dictan los establecimientos, según informó BioBioChile.

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