Sociedad

Intentó matarla de cinco disparos y ella lo perdonó con un beso en el juicio: ahora se casarán

Micheli Schlosser besa a su pareja intento femicidio
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Fue en agosto de 2019 cuando Micheli Schlosser recibió cinco disparos de quien era su pareja, Lisandro Rafael Posselt, en el Estado de Río Grande de Brasil. Los impactos no perforaron ningún órgamo interno, transformándose en un verdadero milagro.

La situación se originó luego que la mujer viera a su pareja chateando con otra persona, informa el medio Folha do Mate, lo que dio paso a una fuerte discusión, llevando al hombre a sacar un arma calibre 22.

[lee-tambien]https://www.pagina7.cl/notas/sociedad/2020/02/02/hombre-casi-perdio-la-vida-por-comerse-las-unas-mal-habito-le-provoco-una-aguda-infeccion.shtml[/lee-tambien]

Tras esto, persiguió a Micheli y a unos amigo de esta, quienes alcanzaron a subirse a un auto en el cual intentaban emprender la huida. Sin embargo, Lisandro logró percutar el arma, dejando a su novia herida, siendo trasladada de urgencia a un centro hospitalario.

Seis meses después, en el juicio por intento de femicidio, se dio una insólita situación. La víctima se acercó al agresor, le dio un beso en la boca y confesó que lo había perdonado por querer asesinarla. Asimismo hizo un mea culpa por toda la situación generada.

“Yo lo provoqué. Nunca me había agredido, siempre fue muy bueno conmigo y ya pagó por su error (…) Intentaremos establecernos, tener nuestra casa y casarnos”, sostuvo la joven de 25 años, que sorprendió con su decisión.

“De todos los hombres que tuve, fue uno de los mejores. No me puedo quejar, no es una mala persona. Me trató de la mejor manera posible, me llevó a todas partes. Fui una reina para él”, finalizó Micheli.

La determinación de la víctima tampoco dejó indiferente al juez que llevó la causa, João Francisco Goulart Borges. “Me sorprende que una mujer que recibió cinco disparos tenga este deseo de mantener una relación así. Es realmente sorprendente”, enfatizó.

Cabe señalar que con la decisión de Micheli, su pareja cumplirá una condena de siete años privado de libertad, aunque con un régimen semiabierto.