“Lo arreglé”: el dramático relato de madre escocesa cuyo bebé murió decapitado en el parto
Una madre entregó un desgarrador relato del momento en que un médico tuvo un crudo pero noble gesto con ella, luego que su bebé falleciera antes de dar a luz.
Laura Gallazzi, de 24 años, tenía un poco más de 25 semanas de embarazo cuando su bebé Steven murió en el Hospital Ninewells de Dundee, Escocia, en marzo de 2014.
[lee-tambien]https://www.pagina7.cl/notas/actualidad/internacional/2018/09/21/quisieron-jugarle-una-inocente-broma-a-companero-y-fallecio-debido-a-extremas-alergias.shtml[/lee-tambien]
En ese entonces, el pequeño nació muerto y mutilado, pues tanto sus piernas como torso y brazos salieron por separado, quedando la cabeza al interior de su vientre, consignó el medio británico Daily Mail, tras una entrevista a la mujer en la radio BBC. Más tarde se sometió a una cesárea para extraer la cabeza de su hijo.
La señorita Gallazzi, de 34 años, señaló a la radio BBC que la doctora Vaishnavy Vilvanathan Laxman insistió en llevar a cabo un parto normal en vez de una cesárea, sabiendo que la situación era complicada. Fue así como forcejeando, finalmente su cuerpo se desprendió de la cabeza, quedando ésta al interior de su madre.
Tras esa traumática experiencia, otro médico decidió coser la cabeza al cuerpo de Steven, para que ella pudiera despedirse, sin embargo, al comienzo reaccionó diciendo que no quería verlo, ya que no deseaba quedarse con un mal recuerdo. “Ella era realmente encantadora, dijo: ‘está bien’. Sus palabras fueron ‘Lo arreglé’. No podía abrazarlo bien, pero pude mirarlo, besarlo y olerlo“, agregó.
En tanto, la doctora Laxman fue acusada de negligencia y estuvo varios meses sin trabajar, para que finalmente la justicia decidiera devolverle su licencia. Además, un panel de expertos del Servicio de Tribunal de Médicos Especialistas (MTPS) aseguró que el pequeño había muerto antes del procedimiento.
Pese a que poco a poco ha superado el terrible momento que vivió, aún recuerda como si fuera ayer aquella experiencia. Su hijo estaba al revés y lo más adecuado era una cesárea, por lo que jamás entenderá por qué la doctora insistió en seguir con un parto normal.
Una de las formas que ha encontrado para aliviar el dolor, es una iniciativa legal que ha iniciado en Escocia, para que puedan darle una identidad a los bebés nacidos muertos.