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Ahijada de papa León XIV lo recuerda de sus años en Perú: “Fue una persona muy presente”

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Ahijada de papa León XIV lo recuerda de sus años en Perú: “Fue una persona muy presente
Mildred Camacho
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Mildred Camacho, ahijada de Robert Prevost, el Papa León XIV recién elegido, expresó su alegría al enterarse de la designación. La mujer reveló que Prevost aceptó ser su padrino de bautismo cuando ella tenía un año, manteniendo una cercana relación desde entonces. Camacho destacó la constante comunicación con el Papa, quien le enviaba fotos de su trabajo en el Vaticano y organizaba encuentros durante sus visitas a Perú.
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Mildred Camacho es la ahijada de Robert Prevost, el recién elegido Papa León XIV.

La mujer vive en el distrito de Chulucanas, provincia de Morropón, en la región de Piura, en Perú.

En diálogo con RPP, contó que sintió una enorme alegría y emoción al enterarse de que el cardenal estadounidense, Robert Prevost, quien también tiene la nacionalidad peruana, fue elegido papa este jueves en el segundo día de cónclave.

Mildred relató que su padre le guarda un profundo cariño debido a que lo conoció en sus años de juventud, amistad que se fue fortaleciendo con el paso del tiempo.

Más tarde, producto de esa confianza y cuando ella tenía un año, sus padres le pidieron al hoy papa que fuera su padrino de bautismo, algo que él aceptó con gran agrado.

“Ahí conservo fotos de él en mi bautizo, en la ceremonia y en la pequeña fiesta que se hizo”, indicó.

Ahijada habla del papa León XIV: “Fue una persona muy presente”

Mildred Camacho dijo, además, que durante todo este tiempo ha mantenido contacto con Robert Prevost.

“Fue una persona muy presente. Desde que trabajaba en el Vaticano con el papa Juan Pablo II, mandaba por mail sus fotos de su estancia ahí, trabajando en el Vaticano y en la Capilla”, sostuvo.

También contó que nunca olvidaba enviarle regalos en su cumpleaños y cuando visitaba Perú acordaban para poder verse y pasar un poco de tiempo juntos.

“Cuando él ha venido al Perú se lo hacía saber a mi papá para poder darnos un encuentro, un tiempo antes y después de cada misa, para poder saludarnos y conversar. Su agenda ajustada no nos permitía salir y convivir, solamente era un saludo antes y al finalizar su misa”, manifestó.