Sin duda un paso importante para algunas parejas es cuando contraen matrimonio, aunque algunos, esperan varios años para dar el importante paso.

Tal es el caso de Lucía López, quien se casó l pasado viernes con su pareja de hace 11 años, Rodrigo Weitzel, tal como ella mismo confirmó en su cuenta de Instagram.

“Esto les quería contar… Y como estoy tan contenta, quiero compartirlo con ustedes por partes. Comenzando por esta decisión rápida, sorpresiva para muchos, incluso para nosotr@s, de institucionalizar nuestro amor”, escribió.

Además, le dedicó tiernas palabras a su esposo: “Te amo y espero seguir siendo feliz a tu lado, como lo he sido en estos años recién pasados @mauricio.weitzel7119. Gracias por ser mi compañero”.

Lucía López | Instagram
Lucía López | Instagram

Cabe señalar, que el evento fue organizado solo un mes antes. “Quisimos hacer algo fácil, sencillo, casero con la familia y amigos cercanos”, señaló a LUN.

Sobre la decisión de casarse, la comunicadora expresó que “por circunstancias de la vida nos dimos cuenta que para la institucionalidad, mi marido y yo no éramos nada. Y quisimos cambiar eso. El matrimonio nunca fue una prioridad para mí y organizar un matrimonio ideal era algo tan complejo que al final, no lo hacíamos nunca”.

Ambos estuvieron de acuerdo en realizar todo antes de fin de año y para lo cual, decidieron celebrarlo en su casa en La Reina junto a 80 invitados, incluidos sus tres hijos: Martín de 16 años, Catalina de 15 y Aurora de 10.

“Tengo amigos fantásticos que se sumaron para sacar este evento adelante y en poco tiempo. Mi amigo Pato Ossandón se encargó de arregla la casa y hacer un cóctel, Juan González, de los playlist a nuestro gusto, que nos tuvieron bailando cinco horas, sin parar. Y la Daniela de Amasa nos preparó el buffet de postres y las tortas. Todo hecho con mucho cariño”, expresó.

Además indicó que “la experiencia me dice que es posible organizar un matrimonio en un mes, sin gran estrés, con valores razonables y la gente precisa”.

Su vestido estuvo a cargo de su amigo Pato Moreno, quien a pesar del poco tiempo para diseñarlo, aceptó el desafío por ella.