Caso Cerrado, conducido por la Doctora Ana María Polo, la jueza más famosa de Hispanoamérica, resolvió un conflicto familiar que tocó la fibra de los televidentes y que se mostró en pantalla este domingo.
“En este próximo caso tengo unas indicaciones especiales de los productores… si ustedes están viendo este caso es porque ocurrió un milagro o porque el ser central del caso no está con nosotros”, comenzó diciendo para luego presentar a los involucrados.
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Los protagonistas de este caso fueron Augusto y su exesposa, Angélica. Él la demandó porque quiere la custodia total de su hijo, “porque ella violó el acuerdo del divorcio de la custodia compartida. Lo separó de mí por un mes sin preocuparle que le queda un año de vida, según los médicos”, dijo él.
Según explicó, “mi hijo tiene una enfermedad terminal, es una enfermedad pulmonar intersticial, degenerativa, y lamentablemente no tiene cura, esto le va a producir inflamación de la parte superior de los pulmones, irritación”, detalló.
La pareja estuvo casada durante 10 años, los que pasaron de forma tranquila hasta que se enteraron de la enfermedad de Álex, que hoy tiene 12 años.
Esto provocó una diferencia entre ambos; él quiere calidad de vida, en cambio ella lo sobreprotege.
El niño sabe que está enfermo, pero la intención del padre es decirle que le queda un año de vida, pero la madre se opone; por esto fueron a la corte pero se demoraría unos 3 meses en decidir, periodo en que el niño podría quedar en silla de ruedas.
La madre argumentó que su hijo no está preparado y que se siente deprimido porque no puede jugar con los niños, pues está conectado a un tanque de oxígeno. Además, no va a la escuela, ya que ella dice que hay muchos virus afuera, que lo pueden afectar. Argumenta que si lo cuida ‘durará más tiempo’.
La doctora Polo hizo entrar a Alex, quien se reencontró con su padre tras un mes sin verse. En la conversación con la abogada, él le contó que le gustaría conocer Japón y que disfruta de los idiomas. Junto con ello, dijo que su papá lo trata como si se fuera a morir.
Finalmente, y ayudada por las declaraciones de la psicóloga del programa, quien dijo que no era vida tenerlo encerrado y que él se veía maduro, Ana María Polo decidió que Alex debía conocer la verdad.
Junto con lo anterior, les recomendó a los padres -muy emocionada- que hicieran un esfuerzo y lo llevaran a Japón.
