Para muchas personas, la papada o doble mentón puede ser causante de molestia o inseguridad. Lamentablemente, esta acumulación de grasa se produce por un proceso natural que no necesariamente tiene que ver con el tipo o cantidad de comida que se ingiera.

Si los adipocitos de esta zona están programados para acumular grasa, esto sucederá sin mayores alternativas.

En esa línea, la búsqueda de soluciones efectivas para tratar los depósitos de grasa localizados ha llevado al desarrollo de nuevas tendencias en el campo de la lipopapada.

De acuerdo a José Miguel Nieves, doctor estético de la Clínica MIAPAU, “estos tratamientos se basan en la aplicación de inyecciones lipolíticas que contienen un lipolítico capaz de romper y degradar la grasa acumulada en áreas específicas del cuerpo“.

Pero, ¿cómo funciona estas inyecciones y cuáles pueden ser los resultados? El profesional explica que el producto utilizado en los tratamientos de lipopapada es un lipolítico, que se adhiere a los depósitos de grasa, rompiéndolos y degradándolos.

“Sin embargo, es esencial considerar que, dependiendo del tipo de lipolítico utilizado, pueden existir contraindicaciones para ciertas personas“, aclara el experto, agregando que, “por ejemplo, las personas alérgicas a las picaduras de abejas deben tener precaución, ya que algunos lipolíticos pueden tener efectos adversos en ellos”.

Lipopapada sin cirugía

Al igual que muchos procedimientos estéticos menos invasivos, los resultados de la lipopapada sin cirugía se observan de manera progresiva, puesto que se requieren varios pasos para lograr el efecto deseado.

Por lo general, detalla Nieves, “se recomienda un enfoque de tratamiento combinado y se evalúan los resultados en intervalos de 15 a 30 días después de cada sesión. Por ello, es esencial tener en cuenta que el efecto del tratamiento es temporal y depende de las condiciones individuales de cada paciente”.

En ese sentido, el médico es claro en señalar que “si un paciente consulta por adiposidad localizada y sigue una dieta y un programa de ejercicio, estos cambios en el estilo de vida pueden potenciar los resultados del tratamiento”.

Sin embargo, “si el paciente experimenta un aumento de peso posterior al tratamiento, es posible que aparezcan nuevos depósitos de grasa, incluso en las áreas tratadas con lipolíticos”.

No hay soluciones mágicas

Del mismo modo, el profesional de MIAPAU explica que este tipo de tratamientos está recomendado principalmente para pacientes que presentan depósitos de grasa localizados y no tienen problemas de flacidez.

Sea cual sea el caso, el especialista destaca que, “como cualquier procedimiento médico, existen posibles efectos secundarios asociados“.

“Algunos de estos efectos incluyen reacciones de hipersensibilidad, eritemas (enrojecimiento de la piel) o hematomas en la zona tratada, por ello es de vital importancia que estos tratamientos sean realizados por profesionales de la salud y en centros o clínicas con los permisos necesarios para realizarlos”, enfatiza.