En los meses más fríos, es común que las personas tiendan a consumir menos frutas y verduras en comparación con el verano.

Sin embargo, es importante destacar la importancia de incluir estos alimentos en nuestra dieta durante todo el año, ya que nos brindan una amplia variedad de nutrientes esenciales para mantenernos saludables.

Catalina Escalona, académica coordinadora del Centro de Atención Nutricional de UDLA, Sede Viña del Mar, explica que de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), diariamente se debe consumir al menos 400 gramos de frutas y verduras.

Las frutas y verduras que se pueden encontrar en invierno

Esto equivale a cinco porciones de 80 gramos cada una, como lo promueve el Programa 5 al día. Sin embargo, en Chile estamos muy lejos de esa meta.

“Esta recomendación en nuestro país no se cumple. Solo el 15% de los chilenos consume suficientes frutas y verduras”, comenta la nutricionista.

La especialista añade que durante los meses de otoño e invierno experimentamos cambios ambientales que pueden influir en los hábitos alimenticios.

La falta de luz natural hace que el organismo produzca más melatonina, hormona encargada de reducir la temperatura corporal, lo que puede provocar la necesidad de consumir mayor cantidad de alimentos, principalmente aquellos con más densidad calórica, como cereales, grasas y azúcares simples, mientras que las frutas y verduras suelen quedar en un segundo plano.

Además, la académica de Universidad de Las Américas, menciona que aunque puede haber una percepción de que la disponibilidad de frutas y verduras disminuye en esta época del año en comparación con la primavera y el verano, en realidad lo que cambia es la variedad de estos alimentos.

Las frutas y verduras de la temporada estival tienen la particularidad de contener gran cantidad de agua, destacando el melón o la sandía.

Durante la temporada de otoño-invierno hay mayor disponibilidad de apio, repollo, lechuga, espinaca, acelga, zanahoria, alcachofa, brócoli y coliflor en verduras.

Mientras que kiwi, manzana, pera, naranja, clementina, limón y pepino son las frutas que abundan.

Catalina Escalona enfatiza que no debemos olvidar incluir estos alimentos en nuestra dieta diaria, considerando sus importantes propiedades y aportes nutricionales.

Esto detallando que las frutas y verduras se caracterizan por su bajo aporte calórico, pues por cada 100 gramos de alimento, las verduras aportan entre 10 y 35 calorías, mientras que las frutas aportan 65 calorías.

Además, su alto porcentaje de agua ayuda a mantener el cuerpo hidratado; contienen vitamina C, que mejora la absorción del hierro, repara tejidos y previene las infecciones; vitamina A, esencial para la salud de la piel, ojos, dientes, encías y cabello; Vitamina E, potente antioxidante, Vitaminas del complejo B (B2, B3, B6 y B9) y minerales.

También, poseen compuestos bioactivos, responsables del color de cada uno de estos alimentos, y la fibra dietética que ayuda a disminuir los niveles de colesterol, controlar las glicemias, favorece la saciedad y evitar el estreñimiento.

“Los beneficios que otorga son mejorar los niveles de lípidos y azúcar en sangre, efecto protector de enfermedades cardiovasculares, entre otros, destaca la docente.

La especialista sugiere diversas formas de aprovechar las frutas y verduras en preparaciones invernales saludables, como guisos de legumbres o sopa de tomate.

En el caso de las cosas dulces están el queque de zanahoria, tortilla de manzana y canela o galletas de avena y manzana.