En época de pandemia cuidar la higiene es esencial, pero eso no significa que solo debas preocuparte de las manos. Otra cosa fundamental es el higiene de la casa, por ejemplo, la limpieza de la ropa de cama.

Si bien existen algunas personas que cambian las sábanas todas las semanas, otras no lo hacen tan seguido.

Cuando te vas a la cama, contaminas las sábanas con células cutáneas muertas, unas 50 millones al día. Sudor, maquillaje, lociones, pelos y cualquier cosa que se haya adherido a ti a lo largo del día: polen, caspa de tus mascotas, partículas de moho y de polvo, bacterias y virus”, explicó a Huffington Post la dermatóloga Hadley King.

Por ello, aconsejó lavar las sábanas una vez por semana. En casos que sudes mucho, tengas la piel grasa y acné o “si te lavas la cara antes de dormir”, es mejor cambiarla más veces a la semana.

En el caso de las fundas de las almohadas, King recomendó lavarlas dos o tres veces por semana. Y los cobertores, frazadas y otro tipo de edredones, como no suelen estar en contacto con la piel, se pueden lavar cada dos semanas.

Ropa de cama, sábanas
Pixabay (CC)

El dermatólogo Joshua Zeichner, indicó al medio citado que “los pinceles de maquillaje y los tejidos son caldo de cultivo para los microorganismos. Eso puede provocar irritación cutánea, inflamación, empeoramiento del acné y rosácea, e incluso potenciales infecciones de piel”.

Algo en lo que coincide la también dermatóloga Nada Elbuluk. Si no lavas las sábanas con frecuencia puedes afectar negativamente la microbioma, es decir, “los diversos microorganismos que viven en nuestra piel”.

“Esos microorganismos viven en equilibrio con la piel de todas las personas y pueden sufrir alteraciones por la exposición a la ropa de su cama, por ejemplo. Las personas que sufren enfermedades cutáneas, como acné o eczemas deberían lavar más la ropa de cama para evitar que se agraven aún más sus problemas”, aseguró Elbuluk.