Los cuadernos, libros, estuches y la colación conforman parte de las cosas que lleva todo escolar en su mochila, objetos que en algunas ocasiones pueden suponer una carga de peso excesiva en las espaldas de los estudiantes.

Deformaciones en la columna, malas posturas al caminar y otros trastornos en el sistema músculo esquelético, son algunos de los trastornos que puede originar la mala distribución del peso.

Según indica el medio argentino TN, para el doctor Andrés Ferrero, jefe del programa de Escoliosis del Hospital de Clínicas en Argentina, el peso de las mochilas al hombro no puede superar entre 10% al 15% del peso corporal de una persona. Para lograr esto, recomienda llevar solo lo indispensable y si es posible, cambiar las mochilas con tiras por unas con ruedas, para así reducir las consecuencias a largo plazo.

Sin embargo, estos problemas no afectan a todos por igual. Aquellos que practiquen deportes tienen una mayor capacidad y resistencia muscular, que los que pasan demasiado tiempo sentados.

El trastorno más común en la espalda de los jóvenes es la escoliosis, que es una desviación en la columna vertebral.

El crecimiento alterado de la columna puede traer severas consecuencias. Lo típico de estas escoliosis es que no tengan dolor, por lo que se detectan prestando atención a la postura y la forma de desarrollo de los adolescentes. Si los padres o maestros observan que un chico tiene, por ejemplo, un hombro más alto que el otro o permanece con posturas alteradas es tiempo de consultar al traumatólogo”, explica Ferrero.

Para evitar más trastornos a futuro, el especialista recomienda:

1. No llevar la mochila al hombro por más de 15 minutos.
2. Siempre usar ambas correas al hombro, para evitar la sobrecarga en uno de ellos.
3. Una mochila ideal es la que se adapta a la curva de las vértebras dorsales y termina a unos 5 centímetros de la zona lumbar, y así evitar el peso en esa zona.
4. Solo llevar lo necesario para el día.