Una señora en Perú generó asombro entre sus vecinos, cuando el pasado viernes, 22 de septiembre, contrató a un grupo de personas para demoler su propio hogar, una casa de tres pisos donde vivía junto a sus cuatro hijos.

¿Por qué tomó esa decisión? La mujer, identificada como Yumiko Ramírez, contó que un mandato judicial le ordenaba desalojar la vivienda.

Esto tras perder una disputa legal con su exsuegro, cuyo terreno donde se hizo la edificación, ubicada en la ciudad de Huaral, le pertenecía.

Sin embargo, al considerar que invirtió mucho dinero al construirla, recurriendo incluso a prestámos, tuvo la intención de derribar el inmueble antes de cumplir con entregarlo.

“Yo no me arrepiento de nada porque en esa casa hemos sufrido bastante por el papá de mis hijos y toda su familia. Nosotros ya no queremos regresar a esa casa, ni mis hijos ni yo, yo tengo el apoyo de ellos, las decisiones que tomo, las hago con ellos”, indicó Yumiko Ramírez.

Policía detuvo la demolición

Cabe señalar que la Policía Nacional del Perú (PNP) detuvo la demolición total de la vivienda de tres pisos.

No obstante, esta terminó con las ventanas y puertas destrozadas, además de otros daños en la fachada y estructura que la hacen por el momento inhabitable.

La señora manifestó que los problemas con la familia de su expareja empezaron hace cinco años cuando decidieron separarse.

Y ahora, después de lo ocurrido el pasado viernes, vive, junto a sus hijos (tres menores de edad y el mayor de 20 años), en la casa de sus padres.

Además, dijo que los niños empezarán a recibir terapia psicológica para sobrellevar este complicado momento familiar por el que atraviesan.

Yumiko Ramírez explicó que junto a su expareja destinaron -durante 20 años- grandes sumas de dinero para la elaboración de la propiedad.

Sin embargo, cuando se separaron y tuvo el problema con su exsuegro “que me hizo la demanda por el terreno”, aseguró que el papá de sus hijos no la apoyó.

“Le dije ‘cómo lo vamos a hacer, porque la casa la hicimos los dos y es para nuestros hijos’, pero lo único que él me respondía era que hable con mi abogado porque yo tenía que salir de ahí”, aseveró.

“Ellos (la familia de su exesposo) son materialistas, están unidos por lo material, y no les importa el estado emocional de mis hijos”, finalizó.