Salió a cazar junto a cuatro amigos, pero se separó del grupo y se perdió. Se trata de Jhonatan Acosta, quien sobrevivió alimentándose de insectos, tomando agua de lluvia e incluso consumiendo su orina durante un mes en el Amazonas.

La aventura ocurrió en el monte de la zona denominada Montaña, que está ubicada a 80 kilómetros del municipio de Baures.

“Me sirvió mucho saber de sobrevivencia: tuve que consumir insectos, beber mi orina, he comido gusanos, fui atacado por fieras“, afirmó Jhonatan Acosta durante una entrevista con el canal de televisión Unitel.

Acosta fue encontrado gracias al disparo de su escopeta y sus gritos, que alertaron a quienes lo buscaban. El equipo de búsqueda lo encontró prácticamente deshidratado.

Siempre tuvimos fe. Por desgracia, no estaba con machete, ni cuchillo, pero de alguna manera estaba alimentándose. Mil gracias a todos”, explicó la familia, en declaraciones a medios de Bolivia.

Desde su extravío, el 25 de enero pasado, sus familiares acudieron casi a diario a los medios para pedir que no parara la búsqueda a cargo de bomberos y rescatistas locales, quienes finalmente lo hallaron.

El hombre relató que mientras estuvo perdido llovió casi la mitad del tiempo, y pudo utilizar sus botas de goma para almacenar el líquido, pero que cuando escampaba, tuvo que recurrir a beber su orina.

Yo pedía a Dios lluvias. De toda esta estadía en la selva habrá llovido en unos 15 días, si no hubiese llovido no hubiera sobrevivido, porque el agua es lo primordial”, afirmó.

Además, Acosta explicó que estuvo desorientado, y que caminó cerca de 40 kilómetros esperando contactarse nuevamente con la civilización, pero que volvía a pasar por los mismos lugares donde estuvo antes.

Si durante el día le fue difícil sobrevivir, por las noches era peor. El hombre mencionó que lo picaron varios tipos de animales, y que ahora su preocupación es revisar su estado de salud.