Las inseguridades son nuestras principales enemigas al momento de exponer ante una gran cantidad de público, lo que muchas veces nos juega una mala pasada.
Ya sea por temor al ridículo, o porque consideras que no puedes expresarte de manera correcta, muchas veces es la comunicación el elemento clave para hacer de un debate o participación, un éxito.
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Lo anterior, ya que en ocasiones se nos hace difícil dar con la palabra exacta para lo que queremos expresar, lo que puede terminar en un problema.
En ese contexto, es que los autores del betseller You’re Saying it Wrong (Lo estás diciendo mal), Kathy y Ross Petras recopilaron consejos de psicólogos, lingüistas, reclutadores y directores ejecutivos, para dar con respuestas más asertivas en un artículo de la CNBC.
En específico, se trata de una guía con 11 frases que deberías evitar cuando participas en un grupo de trabajo o estás exponiendo un proyecto, además de entregar una serie de alternativas simples y fáciles de aprender.
“¿Tiene sentido?”
Es mejor: “¿Qué opinas?” o “Me gustaría tu opinión sobre esto”.
Cuando utilizas esta frase al terminar una idea, da la sensación de que “no estás convencido”, por lo que tu presentación no será un éxito.
“En lugar de buscar la validación o la aprobación, deberías pedir su opinión sobre tu idea”, sostienen.
“No estoy seguro, pero…”
Es mejor: lo que ibas a decir después del “pero”.
“No hace falta que añadas descargos de responsabilidad. Del mismo modo, si empiezas la frase con: ‘Sé que puede ser una pregunta estúpida, pero…’ o ‘No quiero parecer insistente, pero…’, te estás perjudicando a ti mismo. Es una regla fácil que vale la pena repetir: No te menosprecies. Nunca”, explican.
“Perdón”
Es mejor: “Disculpe”
“Está bien que pidas perdón si has hecho algo mal y tienes que reconocerlo”, señalan los hermanos, sin embargo aseguran que un “lo siento” debilita la imagen.
“¿Por qué decir ‘Perdone que le moleste’ cuando un simple ‘Disculpe’ es más corto, más rápido y menos autodespreciativo?”, aconsejan.
“En mi opinión…”
Es mejor: no decir nada
En este punto, los expertos recomiendan ir directo al grano y eliminar “introducciones innecesarias y débiles. Quien te está escuchando o leyendo sabe que es tu opinión o tu creencia”.
“Quizá deberíamos probar…”
Es mejor: “Probemos…” o “Es una buena idea probar…”.
Al agregar la palabra “quizás” en un argumento hace que este parezca “impreciso más si haces referencia a tus propias ideas o sugerencias. O crees en lo que dices, o no lo crees”, apuntan.
“Pienso que esto podría…”
Es mejor: “Creo que esto sería…”
Según explican los hermanos Petras, decir “pienso” suena más débil que “creo”, y además agrega cierta posición de duda en el relato.
“‘Creo’ te pone al frente del pensamiento y transmite seguridad”, sostienen.
“No hace falta decir que…”
Es mejor: no decir nada
“’No hace falta decir’ proviene de una larga línea de frases en las que se abre un tema diciendo que no se va a decir algo, pero luego se dice de todos modos. Entonces, ¿por qué hacerlo?”, manifiestan.
“Sólo quería ponerme en contacto con usted…”
Es mejor: “Quería ponerme en contacto con usted…”
En este caso, el problema es que decir ‘sólo’ es casi una disculpa, “como si dijeras: ‘Siento molestarte, pero…’”, precisan.
“Por si sirve de algo…”
Es mejor: no decir nada
Al igual que en ejemplos anteriores, a veces se recomienda evitar introducciones donde parece que no estás seguro de lo que dices.
“Si tú no estás convencido de lo que dices, ¿por qué los demás deberían estarlo?”, reflexionan.
“Tal cosa se desarrolló para aumentar tal otra”.
Es mejor: “Desarrollé tal cosa para aumentar tal otra”.
“‘Desarrollé’ suena más seguro porque utiliza la voz activa en lugar de la pasiva”, explican los hermanos Petras.
Lo anterior, ya que “con la voz pasiva, el sujeto tiene algo hecho; con la activa, el sujeto está haciendo la acción”.